ORIZABA, Ver.- Los enfermos no son cifras, sino personas que merecen un trato respetuoso y con dignidad, afirmó el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, al presidir en la Catedral de San Miguel Arcángel la Eucaristía con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo.
Durante la celebración que se realizó sin la presencia física de enfermos y solo con la participación de una representación de agestes de la Pastoral de la Salud, resaltó que “no se puede manejar simplemente cifras, números fríos de enfermos, de hospitalizados, de decesos, porque la persona es más que eso”.
Recordó lo dicho por el Papa Francisco sobre lo urgente de involucrarse en las necesidades del prójimo y especialmente del enfermo, pero con mucho respeto y siempre valorando su dignidad y escuchándolo verdaderamente.
En esta jornada en la que participó toda la Iglesia exhortó a los fieles a tener las actitudes de Jesús, de misericordia, cercanía, respuesta a las situaciones de quienes están atormentados, para ser sus manos, mirada y voz.
Destacó que “el enfermo no es una carga, es un hermano; no es un gasto ahora que se privilegian otros gastos sobre la persona del enfermo en este país; el enfermo tiene dignidad, merece la vida y tendérsele la mano”, aseveró.
Tras pedir por médicos, enfermeras y todo el personal de salud, así como por los agentes de la Pastoral de la Salud, invitó a la población a fortalecerse y crecer en la esperanza.
“Sobre todo ante una realidad que no ha podido encontrar solución en más de un año. Increíble ser de los países más destacados tristemente por enfermos contagiados y muertos”.
En esa dolorosa situación, concluyó, todos estamos llamados a construir espacios de esperanza y confianza en el Señor asumiendo la responsabilidad y cuidado sanitario que toca a cada uno, “porque pareciera que ahora se culpa más al ciudadano de todos los contagios, sí tenemos mucho de responsabilidad, pero no toda”, concluyó.