Nogales, Ver.- La relación "tóxica" en la que viven muchos matrimonios afecta no solo a la pareja sino la convivencia con los hijos, que ven las peleas, rispidez en el hogar y por falta de recursos económicos los cónyuges no concretan su separación. Por ello, el gobierno municipal apoyará junto con un Colegio de abogados a las parejas que tomaron la decisión de separarse, pero no realizaron el trámite de divorcio.
Guillermo Mejía Peralta, alcalde del lugar mencionó que si bien como autoridad tiene que promover los valores "no podemos ser hipócritas ante el problema que se vive en este tema. A lo mejor es un poco incongruente promover esto pero hay gente que vive tóxicamente y afecta psicológicamente a los niños y a ellas mismas, porque no vas al trabajo con buena cara, porque llevas la carga de qué vas a regresar y estará la persona con la que ya no quieres convivir", señaló.
Reconoció que la desintegración familiar es preocupante, "pero vivimos una época en la que tenemos que tomar al toro por los cuernos y ser muy realistas en lo que estamos viviendo, niños afectados porque no ven una buena relación entre sus padres, y la generación de infantes millennials entienden que la familia no tiene que aguantar golpes y malos tratos, violencia intrafamiliar por temor al qué dirán", indicó.
Apuntó que el abogado Ernesto Torres Navarro y otros juristas nogalenses coincidieron en que lo más caro de un divorcio es el esquema del Registro Civil, porque se apaga mucho. "Queremos platicar con el secretario de Gobierno, para que quienes tengan 15 o 20 años separados y no han podido lograr el divorcio por falta de recursos, porque no tienen para pagar un abogado, puedan hacerlo y ya no sigan lastimándose ellos, ni a su familia", señaló.
Reiteró que se deben promover el matrimonio y los valores, pero sí a través del departamento jurídico, de una asociación y del Colegio de Notarios se puede firmar un convenio para dar ejemplo y darles la mano a quienes están separados más no divorciados legalmente, lo harán.
Dijo conocer el caso de una señora muy enferma a quien el esposo no le ha dado el divorcio; él no tiene ingresos, ni empleo y la señora, que puede rehacer su vida con su nueva pareja y ésta darle y el servicio médico o la atención que requiere, no puede hacerlo porque no se ha podido divorciar. "Preocupada nos buscó para que le echemos la mano", concluyó.