Preocupa a diócesis la creciente violencia

Expresa su solidaridad con familia de sacerdote, por muerte de su hermano

Mayra Figueiras Hernández | El Sol de Orizaba

  · martes 10 de septiembre de 2019

Helkyn Enríquez Báez, vocero de la Diócesis | Foto: Miguel Castillo

ORIZABA, Ver.- La Diócesis de Orizaba expresó, una vez más, su preocupación por la creciente violencia que se registra en los municipios de la zona Centro, a consecuencia de la pérdida de valores. Este día manifestó su solidaridad con la familia Cebada Tejeda por la pérdida de César, integrante de la misma y hermano del vicario de la catedral de San Miguel Arcángel, sacerdote Javier Yael.

En reiteradas ocasiones, el vocero diocesano, Helkyn Enríquez Báez ha señalado que los hechos violentos que se presentan son resultado de la descomposición del tejido social, de la incapacidad del diálogo y de las reacciones primarias entre los individuos. “Tenemos que madurar como sociedad, tenemos que saber dialogar antes que llegar a expresiones de violencia”, apuntó.

Consideró que la actual es una sociedad inmadura a nivel emocional porque no reacciona como lo tendría que hacer en momentos de crisis. “Hace falta que maduremos como sociedad, porque lo vemos muy frecuente y no es exclusivo de un área o nivel socioeconómico. Lo vemos en los distintos niveles, en las comunidades, en la ciudad. Algo nos hace falta y nos confirma que la educación debe ser integral”, es decir, académica y espiritual.

Dan sacerdotes, religiosas, funcionarios de gobierno y políticos, pésame a la familia

Al ser la familia Cebada Tejeda, conocida y querida por la comunidad, a la funeraria donde se realizan los servicios funerarios han llegado, además de familiares y amigos, sacerdotes, religiosas, compañeros de trabajo de César, funcionarios de gobierno y políticos a dar el pésame a los deudos.

El padre Javier Yael, a pesar del dolor por la pérdida de su hermano, agradeció a nombre de su familia, las muestras de aprecio y solidaridad hacia ellos, en este difícil trance.

A César, a quien esta noche velan en una funeraria ubicada en la colonia Rafael Alvarado y mañana dan el último adiós con una misa de cuerpo presente en la catedral de San Miguel Arcángel, a las 11 de la mañana, quienes lo conocieron lo recordarán por su alegría y sonrisa contagiosas, por su forma de motivar a las personas, así como por estar siempre dispuesto al trabajo.