/ jueves 22 de septiembre de 2022

"Mi padre me mostró el camino que no hay que recorrer" afirma hijo de Pablo Escobar

Juan Pablo Escobar Henao comenzó un proceso de reconciliación primero con dos familias directamente afectadas por la violencia de su padre

Orizaba, Ver.- “Mi padre me mostró el camino que no hay que recorrer”, expresó Juan Pablo Escobar Henao, hijo del narcotraficante más famoso, y quien fuera el poderoso jefe del cartel de Medellín, Colombia, pero también de América Latina y parte de Europa. Este día dio en el Auditorio Metropolitano la conferencia “Escobar, una historia para no repetir”.

En entrevista dijo que “una de las grandes lecciones que mi padre nos mostró fue el camino de lo que no hay que recorrer. Ni todo su poder ni todo su dinero le valieron para comprarse un minuto de tranquilidad, ni para él ni para sus seres queridos; entonces juntar tanto poder, esa maquinaria militar y de dinero no le sirvió para nada, no le sirvió para ser un hombre feliz”, agregó en entrevista.

Consideró que gran responsable de que la población y sobre todo las generaciones jóvenes son las plataformas de streaming, que han producido una serie en torno a la figura de su padre, en las que lo glorifican y rodean de glamour. Esa, dijo, “Es una mentira que incita a la juventud a creer que ese es el camino a seguir y muchos jóvenes mexicanos, sorprendentemente, creen que lo que están viendo en la televisión es real y piensan que ese es el camino a seguir”, resaltó.

Durante su conferencia platicó anécdotas, presentó fotografías y proyectó videos –que son una mezcla de recuerdos que construyen su historia- con la intención de que los jóvenes no atraviesen las mismas historias que atravesó él como persona y con su familia.

La historia de las series que producen en streaming nunca existió

“La gente dice, ‘yo conozco tu historia porque yo vi la serie’, pero no conocen nada realmente de lo que vivimos, porque muestra una parte distinta, que nunca existió, sólo existió en la mente de los guionistas”, abundó.

Juan Pablo Escobar Henao es autor de varios libros, el primero de ellos “Pablo Escobar, mi padre”, lo hizo desde el lugar del hijo, desde sus memorias, desde lo que él recuerda de una investigación que hizo.

Su segundo libro: “Pablo Escobar Infraganti, lo que mi padre nunca me contó” tiene que ver con eso que su padre nunca le dijo, habló con sus enemigos, que querían contar su versión de la historia, cuenta el acercamiento que tuvo con víctimas directas de su padre y refleja esa historia de violencia que fue generando mi padre a lo largo de su vida, detalló.

Comenzó proceso de reconciliación con las víctimas de su padre para reparar el daño que provocó

Reconoció que nadie enseña cómo reconciliarse, nadie indica las maneras correctas de hacerlo, no hay una fórmula, pero él comenzó esa reconciliación con la necesidad de reparar todo aquello que su padre no hizo bien. De alguna manera, apuntó, asumió la responsabilidad moral sobre todos los actos criminales que él cometió. “Quise acercarme, con mucho respeto, a las víctimas para empezar este proceso de reconciliación en una Colombia que no estábamos acostumbrados a resolver las cosas hablando sino con violencia, a balazos literalmente”, explicó.

El Auditorio Metropolitano lucía con lleno total / Foto: Miguel Castillo | Colaborador | El Sol de Orizaba

Comenzó un proceso de reconciliación primero con dos familias directamente afectadas por la violencia de su padre: la familia del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla asesinado en 1984 y la de Héctor Luis Carlos Galán, candidato a la presidencia y seguro ganador, que fue asesinado en el año 1989.

“Con ellos empecé un proceso de reconciliación a través de una carta, un documental, y al día de hoy hemos hablado con unas 150 familias víctimas directas de esa misma violencia, siempre con una intención de reconciliarnos, de buscar el perdón, no el olvido de aquello que sucedió; el perdonar es para sanar, no para olvidar”, resaltó.

No eran bien recibidos en ningún país por llevar el apellido Escobar

Al preguntarle, qué tan difícil ha sido para él llevar el apellido Escobar, respondió: “cómo será que me lo tuve que cambiar”. A los 16 años su familia cambió legalmente su identidad en Colombia, pues no tenían opción de salir de su país. Ninguna autoridad de cualquier otro país los recibía por el apellido Escobar.

“Fuimos rechazados por la Organización de las Naciones Unidas, el Vaticano, la Cruz Roja Internacional; no quedó otra opción más que cambiarnos el nombre para poder rediseñar nuestras vidas y empezar de cero”.

Como familia eran rehenes del mismo narcotráfico

Con los narcotraficantes colombianos hicieron un proceso de paz con ellos y les entregamos absolutamente todo lo que tenían, y eso fue para pagar por su vida y poder sobrevivir.

La promesa fue nunca volver a Colombia y la pudo mantener durante 14 años. Pasado ese tiempo volvió para reunirse con las víctimas, a invitación de ellas, en virtud de su contacto a través de una carta, “entonces me parecía que a pesar de la amenaza era más importante la reunión, y me atreví a ir a visitar a estas familias”, recalcó.

El hijo del famoso capo cambió legalmente su identidad en Colombia a los 16 años / Foto: Miguel Castillo | Colaborador | El Sol de Orizaba

Del narcotráfico opinó que es un fenómeno que estamos viviendo en toda Latinoamérica, no es exclusividad de México o Colombia, sino que la realidad que estamos viviendo hoy no es muy diferente a la que estamos viviendo hace 20 o 30 años, porque el contexto legal es prácticamente igual; nada ha cambiado en la manera de enfrentar el problema y por eso las organizaciones criminales y, hoy particularmente las de México, han tomado tanta notoriedad y poder.

Insistió que antes sucedía a la inversa en los años 80 eran los colombianos los empleadores de estos carteles mexicanos, hoy es a la inversa.

“Tristemente Colombia sigue ostentando el título de ser el mayor productor de droga en el mundo. Prácticamente Colombia distribuye el 80% de las drogas que hay en el planeta, eso es inocultable y trae una serie de circunstancias y de violencia, que es difícil de tapar”, aseveró.

Consideró que difícilmente se podría hablar de carteles, es más bien de corporaciones del narcotráfico que han crecido a un nivel sin precedentes, y lo han hecho de manera exponencial.

“No ha habido una reducción real de la criminalidad y mucho menos de la industria del narcotráfico como tal. Una forma de medir eso es la cantidad de hectáreas de coca que hay sembradas en Colombia o por lo menos en los 80’s, en la época de mi padre había 80 mil hectáreas; hoy hay 235 mil, entonces el problema ha ido en aumento. No se ha logrado desde la perspectiva de la prohibición, reducir, atenuar ni moderarse, sino todo lo contrario”, reiteró.

Subrayó que de alguna forma la sociedad debe revisar la manera cómo se está dirigiendo hacia el problema. “Creo que hay otras herramientas que invitan más a la paz, que invitan más a la educación, a la cultura, el arte y eventos como los que hemos venido realizando justamente acá, con la intención de generar conciencia, de compartir -a través de mi testimonio de vida, de mi historia, de muchas cosas que podemos compartir con la sociedad mexicana- para que puedan aprender de estas historias, y no repetirlas”.

Escobar Henao nunca probó la droga y su padre le inculcó valores

Destacó que él nunca probó la droga. “Mi padre me lo marcó muy temprano a los 8 años y me mantuve muy alejado, a pesar de que estaba en el epicentro de la producción de droga en el país”, enfatizó.

“Como hijo no tengo reproches hacia la figura del padre, más allá del mal ejemplo, que obviamente nos dio fuera de la casa. Dentro de casa era otra persona, le importaba que tuviera valores humanos, que fuera yo un hombre respetuoso; eso es una contradicción, una paradoja”.

Juan Pablo subrayó que de alguna forma la sociedad debe revisar la manera cómo se está dirigiendo hacia el problema / Foto: Miguel Castillo | Colaborador | El Sol de Orizaba

Entre el personaje que han construido los medios y el personaje que él mismo construyó a través de sus acciones evidentemente hay algo que sorprende. Pablo Escobar no tenía prácticamente ningún valor humano hacia la sociedad, hacia sus enemigos, pero tuvo muchos al interior de su familia, eso, dijo su hijo Juan Pablo Escobar Henao “es una contradicción, una incoherencia”.

Juan Pablo Escobar Henao llegó a Orizaba a invitación de Hugo Chahín Kuri, presidente del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Orizaba. Dijo que el único interés de invitarlo a que platique con la población y juventud orizabeña es que las nuevas generaciones se formen un proyecto de vida alejado de la ilegalidad, las drogas y la violencia.

"No normalicemos la violencia, somos un país herido y los acontecimientos de los últimos días que ocurrieron no solo en la ciudad sino en el estado y el país nos lastiman mucho más, no permitamos que eso siga ocurriendo", concluyó.

Orizaba, Ver.- “Mi padre me mostró el camino que no hay que recorrer”, expresó Juan Pablo Escobar Henao, hijo del narcotraficante más famoso, y quien fuera el poderoso jefe del cartel de Medellín, Colombia, pero también de América Latina y parte de Europa. Este día dio en el Auditorio Metropolitano la conferencia “Escobar, una historia para no repetir”.

En entrevista dijo que “una de las grandes lecciones que mi padre nos mostró fue el camino de lo que no hay que recorrer. Ni todo su poder ni todo su dinero le valieron para comprarse un minuto de tranquilidad, ni para él ni para sus seres queridos; entonces juntar tanto poder, esa maquinaria militar y de dinero no le sirvió para nada, no le sirvió para ser un hombre feliz”, agregó en entrevista.

Consideró que gran responsable de que la población y sobre todo las generaciones jóvenes son las plataformas de streaming, que han producido una serie en torno a la figura de su padre, en las que lo glorifican y rodean de glamour. Esa, dijo, “Es una mentira que incita a la juventud a creer que ese es el camino a seguir y muchos jóvenes mexicanos, sorprendentemente, creen que lo que están viendo en la televisión es real y piensan que ese es el camino a seguir”, resaltó.

Durante su conferencia platicó anécdotas, presentó fotografías y proyectó videos –que son una mezcla de recuerdos que construyen su historia- con la intención de que los jóvenes no atraviesen las mismas historias que atravesó él como persona y con su familia.

La historia de las series que producen en streaming nunca existió

“La gente dice, ‘yo conozco tu historia porque yo vi la serie’, pero no conocen nada realmente de lo que vivimos, porque muestra una parte distinta, que nunca existió, sólo existió en la mente de los guionistas”, abundó.

Juan Pablo Escobar Henao es autor de varios libros, el primero de ellos “Pablo Escobar, mi padre”, lo hizo desde el lugar del hijo, desde sus memorias, desde lo que él recuerda de una investigación que hizo.

Su segundo libro: “Pablo Escobar Infraganti, lo que mi padre nunca me contó” tiene que ver con eso que su padre nunca le dijo, habló con sus enemigos, que querían contar su versión de la historia, cuenta el acercamiento que tuvo con víctimas directas de su padre y refleja esa historia de violencia que fue generando mi padre a lo largo de su vida, detalló.

Comenzó proceso de reconciliación con las víctimas de su padre para reparar el daño que provocó

Reconoció que nadie enseña cómo reconciliarse, nadie indica las maneras correctas de hacerlo, no hay una fórmula, pero él comenzó esa reconciliación con la necesidad de reparar todo aquello que su padre no hizo bien. De alguna manera, apuntó, asumió la responsabilidad moral sobre todos los actos criminales que él cometió. “Quise acercarme, con mucho respeto, a las víctimas para empezar este proceso de reconciliación en una Colombia que no estábamos acostumbrados a resolver las cosas hablando sino con violencia, a balazos literalmente”, explicó.

El Auditorio Metropolitano lucía con lleno total / Foto: Miguel Castillo | Colaborador | El Sol de Orizaba

Comenzó un proceso de reconciliación primero con dos familias directamente afectadas por la violencia de su padre: la familia del Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla asesinado en 1984 y la de Héctor Luis Carlos Galán, candidato a la presidencia y seguro ganador, que fue asesinado en el año 1989.

“Con ellos empecé un proceso de reconciliación a través de una carta, un documental, y al día de hoy hemos hablado con unas 150 familias víctimas directas de esa misma violencia, siempre con una intención de reconciliarnos, de buscar el perdón, no el olvido de aquello que sucedió; el perdonar es para sanar, no para olvidar”, resaltó.

No eran bien recibidos en ningún país por llevar el apellido Escobar

Al preguntarle, qué tan difícil ha sido para él llevar el apellido Escobar, respondió: “cómo será que me lo tuve que cambiar”. A los 16 años su familia cambió legalmente su identidad en Colombia, pues no tenían opción de salir de su país. Ninguna autoridad de cualquier otro país los recibía por el apellido Escobar.

“Fuimos rechazados por la Organización de las Naciones Unidas, el Vaticano, la Cruz Roja Internacional; no quedó otra opción más que cambiarnos el nombre para poder rediseñar nuestras vidas y empezar de cero”.

Como familia eran rehenes del mismo narcotráfico

Con los narcotraficantes colombianos hicieron un proceso de paz con ellos y les entregamos absolutamente todo lo que tenían, y eso fue para pagar por su vida y poder sobrevivir.

La promesa fue nunca volver a Colombia y la pudo mantener durante 14 años. Pasado ese tiempo volvió para reunirse con las víctimas, a invitación de ellas, en virtud de su contacto a través de una carta, “entonces me parecía que a pesar de la amenaza era más importante la reunión, y me atreví a ir a visitar a estas familias”, recalcó.

El hijo del famoso capo cambió legalmente su identidad en Colombia a los 16 años / Foto: Miguel Castillo | Colaborador | El Sol de Orizaba

Del narcotráfico opinó que es un fenómeno que estamos viviendo en toda Latinoamérica, no es exclusividad de México o Colombia, sino que la realidad que estamos viviendo hoy no es muy diferente a la que estamos viviendo hace 20 o 30 años, porque el contexto legal es prácticamente igual; nada ha cambiado en la manera de enfrentar el problema y por eso las organizaciones criminales y, hoy particularmente las de México, han tomado tanta notoriedad y poder.

Insistió que antes sucedía a la inversa en los años 80 eran los colombianos los empleadores de estos carteles mexicanos, hoy es a la inversa.

“Tristemente Colombia sigue ostentando el título de ser el mayor productor de droga en el mundo. Prácticamente Colombia distribuye el 80% de las drogas que hay en el planeta, eso es inocultable y trae una serie de circunstancias y de violencia, que es difícil de tapar”, aseveró.

Consideró que difícilmente se podría hablar de carteles, es más bien de corporaciones del narcotráfico que han crecido a un nivel sin precedentes, y lo han hecho de manera exponencial.

“No ha habido una reducción real de la criminalidad y mucho menos de la industria del narcotráfico como tal. Una forma de medir eso es la cantidad de hectáreas de coca que hay sembradas en Colombia o por lo menos en los 80’s, en la época de mi padre había 80 mil hectáreas; hoy hay 235 mil, entonces el problema ha ido en aumento. No se ha logrado desde la perspectiva de la prohibición, reducir, atenuar ni moderarse, sino todo lo contrario”, reiteró.

Subrayó que de alguna forma la sociedad debe revisar la manera cómo se está dirigiendo hacia el problema. “Creo que hay otras herramientas que invitan más a la paz, que invitan más a la educación, a la cultura, el arte y eventos como los que hemos venido realizando justamente acá, con la intención de generar conciencia, de compartir -a través de mi testimonio de vida, de mi historia, de muchas cosas que podemos compartir con la sociedad mexicana- para que puedan aprender de estas historias, y no repetirlas”.

Escobar Henao nunca probó la droga y su padre le inculcó valores

Destacó que él nunca probó la droga. “Mi padre me lo marcó muy temprano a los 8 años y me mantuve muy alejado, a pesar de que estaba en el epicentro de la producción de droga en el país”, enfatizó.

“Como hijo no tengo reproches hacia la figura del padre, más allá del mal ejemplo, que obviamente nos dio fuera de la casa. Dentro de casa era otra persona, le importaba que tuviera valores humanos, que fuera yo un hombre respetuoso; eso es una contradicción, una paradoja”.

Juan Pablo subrayó que de alguna forma la sociedad debe revisar la manera cómo se está dirigiendo hacia el problema / Foto: Miguel Castillo | Colaborador | El Sol de Orizaba

Entre el personaje que han construido los medios y el personaje que él mismo construyó a través de sus acciones evidentemente hay algo que sorprende. Pablo Escobar no tenía prácticamente ningún valor humano hacia la sociedad, hacia sus enemigos, pero tuvo muchos al interior de su familia, eso, dijo su hijo Juan Pablo Escobar Henao “es una contradicción, una incoherencia”.

Juan Pablo Escobar Henao llegó a Orizaba a invitación de Hugo Chahín Kuri, presidente del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Orizaba. Dijo que el único interés de invitarlo a que platique con la población y juventud orizabeña es que las nuevas generaciones se formen un proyecto de vida alejado de la ilegalidad, las drogas y la violencia.

"No normalicemos la violencia, somos un país herido y los acontecimientos de los últimos días que ocurrieron no solo en la ciudad sino en el estado y el país nos lastiman mucho más, no permitamos que eso siga ocurriendo", concluyó.

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