Zongolica. Ver.- Mary tiene 58 años, no recuerda cuántas veces ha votado, pero esta vez dice: “que el que Dios diga, pero que me ayude”.
Acompañada de su hijo de 8 años, Mary acudió desde temprana hora para votar en una de las casillas instaladas en las inmediaciones del Palacio Municipal, “pero todavía no se ponen, dicen que ahorita”, señala al resaltar que llegó a la cabecera municipal especialmente para sufragar.
Mary dice que no conoce a los candidatos, “pero quien quede que me ayude, yo necesito que me apoyen porque trabajo pero no gano mucho”, explica.
La mujer de origen indígena es como la mayoría de zongoliqueñas que viven al día, su figura delgada es casi sostenida por su hijo.
“Necesito que ayuden a construir mi casa, la que tengo ya está muy mal y no puedo repararla”, expresó.
Mary vive en el callejón de Las Ánimas y en este proceso electoral se va a formar nuevamente porque dice, “tengo que cumplir con mi deber, si no luego cómo reclamo”, precisa.
La entrevistada terminó señalando que una vez emitido su voto regresaría a su casa, en donde la esperan sus demás hijos.