Ciudad Mendoza, Ver.- Nazaret “N”, rescatista de animales, tras recibir amenazas de muerte vía telefónica, decidió abandonar Veracruz. Pidió ayuda al gobierno local y le dijeron que no pasaba nada y no la quisieron atender; lo mismo le sucedió en la Fiscalía de Veracruz en Xalapa. Recurrió a la FGR y a la Seido donde sí recibieron su denuncia y le dijeron que la FGR “batalla mucho con las autoridades de Veracruz, ya que muchos funcionarios del Gobierno del Estado están coludidos con los delincuentes”.
A través de sus redes sociales la animalista quien radicaba en este municipio y se encargaba de un albergue para perros de la calle, relató que pese a no tener recursos económicos se da a la tarea de ayudar a los perros que abandonan o sufren maltrato y paga el alimento, así como medicamento, cirugías y curaciones que necesitan con el apoyo de personas que conocen su labor y aman a los animales.
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“Las personas que me conocen saben mis condiciones de vida, no tengo bienes, ni propiedades, ni nada”, dice en su escrito. En él agrega que hace unos días (a principios de este mes), una persona le llamó, del número 271 193 6324 y la comenzó a extorsionar. “Amenazó con matar a mi hija, si no pagaba 20 mil pesos, cantidad de dinero que, para mí, es imposible juntar”, agrega.
Por miedo a que algo pudiera pasarle a ella o a su hija, que es menor de edad, acudió al Ayuntamiento de Ciudad Mendoza, donde le dijeron que “no pasaba nada, que nada más era una amenaza y no me quisieron atender. Me fui de la ciudad, porque las llamadas y amenazas siguieron”.
Apuntó que ni en la ciudad de Veracruz, ni en la capital del estado, Xalapa, la atendieron y tampoco recibieron su denuncia. Fue en la Fiscalía General de la República y en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) donde sí recibieron su denuncia.
“Me escucharon unos abogados de la oficina del licenciado Alejandro Gertz Manero, el Fiscal General de la República y puse mi denuncia, pero me dijeron que van a tardar como un mes en intervenir, porque la FGR batalla mucho con las autoridades de Veracruz, ya que muchos funcionarios del Gobierno del Estado están coludidos con los delincuentes”, mencionó.
Debido a que teme volver a donde radicaba, el albergue que atendía de modo independiente con el apoyo de personas altruistas quedó en el desamparo. En él, señaló, hay 104 perritos en situación muy difícil, ya que 6 de ellos tienen cáncer y 8 más que fueron atropellados y los llevaron al albergue necesitan cirugía y medicamentos.
“Ojalá se muevan sus corazones y su buena voluntad, y me apoyen adoptando un cachorro”, pidió a través de las redes sociales. Agregó que la adopción de un perrito de la calle es un acto de amor, porque son animalitos discriminados, olvidados a su suerte y muchos mueren atropellados e incluso de inanición, por falta de alimento.
“Espero que se apiaden de esos animalitos y le pido a Dios que mueva sus corazones y adopten un animalito, para que no se queden desprotegidos y abandonados. A mí me duele mucho, lo que les está pasando, a mis perritos, pero tengo miedo por mí, por mi hija y por mi familia”, concluyó.