NUEVA DELHI. Más de 300 policías resultaron heridos en los choques con los manifestantes durante la multitudinaria marcha campesina contra la reforma agraria en Nueva Delhi, informaron autoridades.
La marcha, que transcurrió en su mayor parte de manera pacífica por la ruta marcada por la Policía afuera de la capital, se volvió violenta cuando grupos de manifestantes decidieron modificar el recorrido y entrar en el centro de la ciudad, desencadenando los incidentes con los antidisturbios que protegían los accesos.
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El subcomisario de la Policía de Nueva Delhi, Eish Singhal, añadió que se han registrado también 22 denuncias por la violencia. Las fuerzas de seguridad habían informado previamente de la muerte de un manifestante.
Lo que pretendía ser una jornada festiva para el movimiento campesino, con la marcha de miles de tractores por la capital para presionar al Gobierno contra tres leyes que liberalizan el sector agrícola, dio un giro inesperado cuando grupos de manifestantes abandonaron la ruta marcada rumbo al centro, donde tenía lugar el desfile nacional por el Día de la República.
Algunos manifestantes, con la ayuda de tractores y excavadoras, retiraron barricadas de hormigón o vehículos que les cortaban el paso, mientras los antidisturbios lanzaban gases lacrimógenos y usaban cañones de agua, sin contenerlos.
En áreas clave de la ciudad como ITO, en pleno centro, se produjeron choques entre los antidisturbios y los manifestantes, en los que ambas partes usaron la violencia. Ahí se vivieron momentos de especial tensión cuando varios tractores arremetieron sin control contra las fuerzas de seguridad antes de darse a la fuga.
Otra de las imágenes del día fue la toma por parte de cientos de campesinos con banderas del icónico Fuerte Rojo situado en el casco antiguo, donde los mandatarios indios pronuncian anualmente el discurso a la nación por el Día de la Independencia.
Las principales organizaciones campesinas condenaron la violencia y la relacionaron con "criminales" infiltrados, como parte de una "conspiración" para desprestigiar el movimiento, que ha transcurrido pacífico durante meses y, aseguraron, no se detendrá.