ACAPULCO. El dengue es una de las dos principales enfermedades que se atienden en los módulos del IMSS-Bienestar y de la Secretaría de Salud instalados en Acapulco para atender a la población tras el paso del huracán Otis, de acuerdo con médicos y enfermeras que laboran en los mismos.
De acuerdo con el Boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, en Guerrero suman, con corte al 4 de noviembre, mil 876 casos de dengue en sus tres variantes, no grave, con signos de alarma y grave. Previo a la llegada de Otis, con corte al 21 de octubre, había mil 789 casos confirmados en el estado.
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En Acapulco suman 512 casos
Entre el paso de Otis y el último corte de Salud se acumularon 87 casos nuevos de dengue en todo el estado de Guerrero.
El temor a un brote mayor de dengue en el área afectada por el huracán deriva de la gran cantidad de escombros, basura acumulada, charcos y lodazales que crean un ambiente propicio para la reproducción del mosquito aedes aegipty, transmisor de la enfermedad.
El Sol de México publicó el 15 de octubre pasado que durante el presente año se cuadruplicaron los casos de dengue con respecto a 2022. Este incremento, que afecta a gran parte de Latinoamérica, provocó una alerta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En todo México, a la semana epidemiológica 44 —que terminó el 4 de noviembre— la Secretaría de Salud reconoce 37 mil 450 casos de dengue.
Marina, habitante de Acapulco, supo que tenía dengue por los síntomas que presentaba: dolor de cuerpo, fiebre alta y vómito, ya que cuando tenía 13 años tuvo la enfermedad, y ahora a sus 47 se contagió de nuevo.
Ahora Marina forma parte de los 512 casos de dengue qué hay en Acapulco, que le parecen pocos, debido a que mucha gente reporta síntomas similares, además de que hay muchos zancudos y no ha pasado el personal de la Secretaría de Salud a fumigar las calles.
Fue el viernes en la noche cuando Marina empezó a sentirse mal. Relata que sintió un escalofrío en el cuerpo mientras estaba platicando con su esposo a quien le comentó su malestar y luego se fue a dormir.
En la madrugada, a Marina le empezó a subir la temperatura y el dolor de cuerpo. Se levantó de la cama y se fue a buscar su termómetro para checarse, tenía 38 grados de temperatura.
Tomó un paracetamol y alrededor de las 10:00 de la mañana del sábado acudió al módulo del IMSS-Bienestar que está en la entrada de la Unidad Vicente Guerrero 2000 —al sur de Acapulco de camino al aeropuerto— donde la atendieron luego de que pasaron dos niños con problemas de diarrea e infección de la garganta.
Marina dijo que la doctora que labora en el IMSS y participa en esta campaña de consultas itinerantes por la emergencia sanitaria del huracán Otis, le comentó que las enfermedades del dengue, gastrointestinales, conjuntivitis y problemas de la piel son las más atendidas.
Comentó que luego de qué la doctora la revisó, le tomó la temperatura, le preguntó los síntomas, le dijo que su diagnóstico era dengue y le receto paracetamol por seis días y que fuera a visitar a su médico familiar.
Marina estuvo en cama durante dos días y medio debido a los dolores de cuerpo y la fuerte fiebre y deshidratación como consecuencias del dengue.
También relató que otro médico del IMSS bienestar que participa en el módulo dónde acudió a consulta le regaló Abate —un insecticida efectivo contra mosquitos— y quedaron que le harían una visita domiciliaria para la fumigación pero a cinco días después sigue esperando a que acudan a su casa.
El dengue no grave se manifiesta con fiebre de menos de siete días de duración y dos o más de los siguientes síntomas: dolor de cabeza, malestar general, dolor articular o muscular, diarrea, vómitos, falta de apetito, náuseas y a veces manchas en la piel.
En el dengue con signos de alarma aparece un dolor abdominal intenso y continuo, vómito persistente, acumulación de líquidos, sangrado y alteración del estado de conciencia, mientras que en grave hay sangrados más intensos, acumulación de líquido, dificultad respiratoria y daño en órganos como el hígado.
Ante el aumento de enfermedades en el puerto tras el paso de Otis, el Congreso del Estado exhortó a la Secretaría de Salud a que emita una Declaratoria de Emergencia Sanitaria.
El diputado Esteban Albarrán Mendoza señaló que se desconoce si el gobierno estatal se encuentra aplicando una campaña de vacunación contra el tétanos, hepatitis u otras enfermedades o si se promueve nuevamente el uso de cubrebocas para evitar la propagación de enfermedades respiratorias y gastrointestinales.
El legislador sostuvo que se debe poner especial atención en la salud mental de los pobladores de ese municipio, ya que de acuerdo con especialistas este evento, podría provocar estrés postraumático, ansiedad y depresión.
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Recordó que en 2021, la dependencia decretó una alerta sanitaria en el puerto, debido a la proliferación de varios tiraderos clandestinos, lo que se equipara con la actual situación que vive el municipio.
El exhorto fue aprobado por mayoría de votos, y específicamente va dirigido a la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero (COPRISEG).
Con información de Nurit Martínez y Juan Manuel Molina.