“Siempre me va a hacer falta, pero si está muerta, pues ya ni modo, yo no puedo hacer nada en contra, pero ya sabré que está ahí, cuando quiera ir a llorar puedo ir ahí”, dice la señora Minerva
Hace nueve años desapareció Frida Sofía en la Ciudad de México, una joven originaria de Tlacotepec, un pueblo ubicado en el municipio de Zacualpan de Amilpas, en la región oriente del estado de Morelos.
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Su madre, Minerva Rivera Martínez, espera que se den a conocer las confrontas de genética que realizó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para saber si Frida Sofía fue o no una de las víctimas de Miguel “N”, presunto feminicida de Iztacalco y quien es investigado por la muerte de al menos seis mujeres durante la última década.
Si está muerta, pues ya ni modo, yo no puedo hacer nada en contra, pero ya sabré que está ahí, cuando quiera ir a llorar puedo ir ahí
El pasado 18 de abril, Minerva se enteró de la captura de Miguel. “Suena el teléfono y eran de la Fiscalía de Morelos, que me comunicara con la Fiscalía de la Ciudad de México. Me dijeron lo que supuestamente había. Ya se imaginarán todo lo que pensamos, todo lo que se nos vino encima. Y al final de cuentas, pensándolo bien, digo, aunque sea muerta, ya sabes dónde está. Ahorita no sabemos si come, si bebe, si la torturan, si la prostituyen, son muchas cosas que pueden suceder”, dice en entrevista para El Sol de Cuautla.
Al día siguiente de la llamada telefónica, Minerva se dirigió a la Fiscalía de la Ciudad de México, donde le tomaron muestras genéticas para saber si alguno de los restos localizados en el domicilio de Miguel pertenecían a Frida. Asegura que las autoridades localizaron en el lugar algunas credenciales de presuntas víctimas, pero a ella no le mostraron la de Frida.
“Nos dijeron que no iban a lo seguro, que era una posibilidad. Ellos habían recogido las credenciales de las víctimas, ¿por qué no me las mostraron para ver? Yo creo que no era, porque la foto de la credencial es idéntica, no se pueden equivocar. Pienso que ahí no estaba, porque si no me la hubieran enseñado”.
En febrero se cumplieron nueve años de la desaparición de Frida Sofía. Durante mucho tiempo su familia ha estado buscándola. Frida salió de la comunidad de Tlacotepec en busca de un mejor futuro. Es la hija menor de la familia y su idea era apoyar a sus hermanos, a sus papás, seguir estudiando y superarse.
“Frida se fue a la Ciudad de México a estudiar, a ser una mejor persona, así decía ella, a progresar para ayudar a sus hermanos, pero no se dieron las cosas. Ella se fue cuando nosotros apenas habíamos llegado a esta casa, teníamos como dos años. Si de Dios estuviera que esté viva, para ella sería una alegría que nosotros, a pesar de todo, vamos saliendo adelante”.
A decir de la señora Minerva, Frida conoció a Miguel cuando se mudó a la Ciudad de México a estudiar Química en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), con quien sostuvo una amistad. En 2015 se reportó su desaparición. Minerva recuerda que estuvieron cuatro meses en la Ciudad de México buscando a Frida.
“Subíamos, bajábamos, pegábamos fichas en un lado, en otro, porque hasta eso, no puedes pegar fichas en cualquier lugar, tienes que ir a sacar un permiso para pegar aquí, otro permiso para pegar allá. Fuimos a buscarla hasta donde prostituyen.“Íbamos a la Fiscalía y nos decían: ‘es que no hay avances, es que no hemos encontrado nada’. Uno tiene que confiar en ellos porque se supone que son ellos los que trabajan”.
Hasta la fecha, la búsqueda no ha rendido frutos. Minerva confía que pronto las autoridades puedan decirle dónde está su hija.
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“Es muy triste, a mí me duele muchísimo, siempre me va a hacer falta, pero si está muerta, pues ya ni modo, yo no puedo hacer nada en contra, pero ya sabré que está ahí, cuando quiera ir a llorar puedo ir ahí. Pero ella y yo siempre estaremos en conexión. La esperanza sigue, ya sea una cosa u otra, pero que pase”.
Ahora Minerva está en espera de conocer los resultados de la confronta de ADN que puedan determinar si alguno de los restos localizados en el domicilio de Miguel corresponden a su hija.
Publicado en El Sol de Cuautla