/ miércoles 8 de diciembre de 2021

El 13 acabarán las comparecencias y que el pueblo juzgue

Solo faltan dos comparecientes del gabinete estatal: la contralora del Estado, Mercedes Santoyo Domínguez, y la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado; una a las 10 de la mañana y otra a las 5 de la tarde, el día de hoy.

El día 13 comparecerá ante el pleno de la Legislatura local el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, donde hará una recopilación de obras y acciones realizadas durante este año 2021.

Nada más sano que informar a detalle la aplicación de los recursos públicos, los programas realizados en cada una de las áreas y, por supuesto, conocer los avances que se han tenido para que las familias veracruzanas vivan mejor.

Las 15 dependencias fueron calendarizadas para que de acuerdo a la ley comparezcan e informen en un marco de respeto lo que les corresponde de acuerdo a la encomienda que recibieron.

Los diputados tienen todo el derecho de cuestionar todo, encontrar situaciones que a veces no se entienden en la vida diaria y es por eso que son llamados los funcionarios a informar, explicar lo que parezca más complicado del trabajo realizado.

El recinto oficial de la LXVI Legislatura es donde se dirimen esos temas, insisto, en un marco de respeto, por lo que los diputados pueden preguntar lo procedente, pero lamentablemente pudimos ver en días pasados cómo llenos de euforia algunos legisladores de entrada lanzaban una ofensa al compareciente, para después preguntar.

Parece en esas escenas que los únicos que pueden ofender son los diputados y los comparecientes tienen que aguantar todo, cuando bien sabemos que tan importante es un cargo como lo es el otro.

En casos muy contados vimos que algún secretario reviró y ofreció una explicación puntualizando cada una de las respuestas para satisfacción de los diputados, que sin abandonar su origen ideológico arremetieron como si estuvieran frente al contrincante político.

Entre más alto sea el nivel de discusión, mejor se va a entender cada una de las intervenciones, tanto del compareciente como del diputado, por lo que no es necesario levantar polvo y protagonizar un papel de justiciero, cuando no es necesario tanto teatro.

El día 13 finalizará esa pasarela y será el pueblo el que califique la actuación de esos funcionarios públicos y esos legisladores, porque ambos reciben un sueldo de los impuestos y deben cumplir con la misión que aceptaron desde el inicio. Más claro ni el agua.

Solo faltan dos comparecientes del gabinete estatal: la contralora del Estado, Mercedes Santoyo Domínguez, y la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado; una a las 10 de la mañana y otra a las 5 de la tarde, el día de hoy.

El día 13 comparecerá ante el pleno de la Legislatura local el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, donde hará una recopilación de obras y acciones realizadas durante este año 2021.

Nada más sano que informar a detalle la aplicación de los recursos públicos, los programas realizados en cada una de las áreas y, por supuesto, conocer los avances que se han tenido para que las familias veracruzanas vivan mejor.

Las 15 dependencias fueron calendarizadas para que de acuerdo a la ley comparezcan e informen en un marco de respeto lo que les corresponde de acuerdo a la encomienda que recibieron.

Los diputados tienen todo el derecho de cuestionar todo, encontrar situaciones que a veces no se entienden en la vida diaria y es por eso que son llamados los funcionarios a informar, explicar lo que parezca más complicado del trabajo realizado.

El recinto oficial de la LXVI Legislatura es donde se dirimen esos temas, insisto, en un marco de respeto, por lo que los diputados pueden preguntar lo procedente, pero lamentablemente pudimos ver en días pasados cómo llenos de euforia algunos legisladores de entrada lanzaban una ofensa al compareciente, para después preguntar.

Parece en esas escenas que los únicos que pueden ofender son los diputados y los comparecientes tienen que aguantar todo, cuando bien sabemos que tan importante es un cargo como lo es el otro.

En casos muy contados vimos que algún secretario reviró y ofreció una explicación puntualizando cada una de las respuestas para satisfacción de los diputados, que sin abandonar su origen ideológico arremetieron como si estuvieran frente al contrincante político.

Entre más alto sea el nivel de discusión, mejor se va a entender cada una de las intervenciones, tanto del compareciente como del diputado, por lo que no es necesario levantar polvo y protagonizar un papel de justiciero, cuando no es necesario tanto teatro.

El día 13 finalizará esa pasarela y será el pueblo el que califique la actuación de esos funcionarios públicos y esos legisladores, porque ambos reciben un sueldo de los impuestos y deben cumplir con la misión que aceptaron desde el inicio. Más claro ni el agua.