Orizaba, Ver.- Representan los retos virales un detonante de daño emocional y físico para los niños, niñas y jóvenes que buscan "destacar" haciéndolo de una forma errónea, hoy día hay retos que van más allá, como por ejemplo consumir medicamentos, explica Rubén Palacios Vidal, psicólogo analítico.
Señala que el medicamento que está teniendo más popularidad entre los jóvenes es el clonazepam, por lo que es vendido en grandes cantidades.
"Hay un reto en redes sociales entre los jóvenes de tomar determinada cantidad de pastillas o hacer un agua o postres, que lleven la medicina y esto consumirlo, por ello existe una alerta y llamado a los padres de familia y estar pendiente de lo que sus hijos hacen".
Infortunadamente, este no es el primer reto que pone en riesgo la vida, ya que recuerda el llamado "ballena azul", estos, dijo, se deriva de una falta de atención de los padres hacia sus hijos, por lo que estos buscan una forma desesperada encontrando la que consideran adecuada, como hacerse daño.
La educación de antes es para la generación que hoy en día son padres, hoy, los jóvenes tienen más comunicación con las redes sociales, pero menos con los padres, "ha pasado en muchas situaciones que los niños, niñas o jóvenes pierden la vida o quedan con complicaciones de salud derivado de estos retos virales".
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Afirma que las juventudes están abandonadas y estos han encontrado "refugio" en las redes sociales y en aquellos amigos que pueden mal aconsejar, por lo que recomienda a los padres despegarse de sus actividades diarias como el trabajo.
"Hay señales, pero a veces los padres estamos tan ocupados que no nos damos cuenta, el hecho que un niño le quiera mostrar a su papá o mamá lo que ve y estos le digan, no tengo tiempo, es ahí donde empiezan los problemas", señala.
Psicológicamente, es en ese momento cuando los infantes se dan cuenta de que sus padres no tiene un mínimo de interés hacia ellos, por lo que empiezan a querer llamar la atención, si es que este tipo de actos o escenas se repiten con frecuencia.
Palacios Vidal, afirma que el abandono emocional afectivo puede ser grave, llegando a ser una epidemia más fuerte que el Covid-19.
El psicólogo analítico comenta que el método más eficaz qué habrá entre los padres y sus hijos es la comunicación y la forma afectiva, como un abrazo o un beso.
Él se dedica a ir a las escuelas y dar charlas a los padres e infantes sobre el consumo de drogas, ha detectado entre sus alumnos el consumo de este medicamento, llevándolo de forma tranquila, pues no busca qué se genera caos, sino dar solución.
Comenta que el consumo de estos medicamentos ha variado con los retos y él ha sabido de, "el semáforo" qué consta de aquellos que ocupan moto, deben de pasarse el alto de una forma que pongan en riesgo su integridad, "no hay drogas, pero es un problema grave, es un reto que pasa".
