Hoy en día siguen existiendo algunos mitos sobre la interrupción del embarazo o aborto legal y seguro, tales como la esterilidad, problemas psicológicos, entre otros, los cuales son el resultado de la falta de información clara, segura y responsable. Todo esto influye en la decisión de las mujeres, pues incluso cuando este procedimiento ya está permitido por ley, existe un acceso limitado.
Es importante que se dejen atrás todos estos mitos y se comience a ver la realidad del aborto, que se trata de un servicio de salud, que al ser criminalizado afecta la percepción mujeres y niñas. Te decimos cuáles son los mitos más comunes sobre el aborto.
¿El aborto atenta contra el derecho a la vida?
Esto es falso, puesto que cada ser humano consta de derechos, mismos que comienzan a entrar en vigor a partir de su nacimiento. Muchas personas que están en contra del aborto argumentan que el ‘feto’ tiene derecho a vivir, y que debe ponerse por encima de los derechos de las mujeres, sin embargo, diversos análisis jurídicos sugieren que el derecho a la vida, no tiene vigencia antes del nacimiento de un ser humano.
¿La interrupción del embarazo provoca traumas y trastornos psicológicos?
Falso. Existen pruebas de que el aborto no provoca secuelas negativas en cuanto a la salud mental de las mujeres y el estrés que genera este procedimiento no es tan distinto al de cualquier otra intervención obstétrica.
De hecho se ha comprobado que lo que provoca miedo y afecta a las mujeres de manera emocional, es el temor a ser criminalizadas por la sociedad, más allá del procedimiento que les practicarán.
¿El aborto es peligroso y deja secuelas físicas como la esterilidad?
Falso. Si el procedimiento se realiza en condiciones favorables es muy seguro y en un futuro no habrá riesgo de volver a quedar embarazada ,por lo contrario, el aborto provocado, el aborto involuntario con legrado, y cualquier intervención realizada en una clínica insalubre e insegura, sí podrían llegar a suponer un riesgo para la fertilidad femenina si no se realizan de manera adecuada.
Muchas veces las mujeres optan por elegir opciones inseguras e incluso clandestinas debido al miedo de ser juzgadas o sancionadas.
El aborto inseguro es aquel “procedimiento para finalizar un embarazo no deseado que realizan personas que carecen de entrenamiento necesario o que se lleva a cabo en un ambiente donde se carece de un estándar médico mínimo, o ambos”, de acuerdo con la OMS.
Cabe destacar que la despenalización del aborto ayuda a disminuir los riesgos relacionados con clínicas clandestinas. No hay evidencia alguna que compruebe la existencia de enfermedades relacionadas con el aborto seguro realizado en lugares que se encargan de realizar dicho procedimiento siguiendo los protocolos establecidos por la OMS.
Es muy importante que las mujeres que deseen interrumpir su embarazo, se informen muy bien sobre la clínica a la que acudirán.
¿Con su despenalización habrá más abortos?
Completamente falso. Según estadística publicadas por la organización feminista GIRE, basadas en información de la Secretaría de Salud de la CDMX, desde que el aborto se despenalizó en México en 2007, el número de abortos ha tenido una disminución considerable. La despenalización no aumenta la tasa de abortos, como se suele suponer.
“En algunos países hay un aumento inicial después de la despenalización, pero es imposible determinar si es un aumento real o el resultado de un subregistro cuando el aborto es criminal, y un mayor registro después de que el aborto se legaliza y no hay razón legal para esconderse”, explicó la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO).
De hecho, un estudio realizado en 2008-2009 por la Secretaría de Salud de la CDMX, reveló que quienes decidieron abortar de manera legal afirmaron que “fue la mejor opción para ellas, pero, sobre todo para las y los hijos que ya tenían y a quienes debían atender‘’ . Es así como estas mujeres eligieron no ser mamás en esta ocasión, con el propósito de ser mejores madres, ya sea para las/os hijos que ya tienen, o para los que anhelan tener en un futuro, cuando estén listas y cuenten con las condiciones necesarias para serlo.
Penalizar el aborto no evita su práctica, no obstante, su restricción legal sí conlleva a las mujeres a realizarse abortos inseguros o peligrosos y por ende a un incremento en la morbilidad y mortalidad.
¿Las mujeres que se realizan un aborto son egoístas?
No. Existen varias razones que podrían llevar a una mujer a interrumpir su embarazo, entre las más comunes son: planes de vida distintos, situación económica precaria, condiciones de salud, casos de violencia familiar, entre otras. Cada motivo es aceptable.
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Así como estos mitos hay muchísimos más. los cuales poco a poco se han ido desmintiendo. Cabe resaltar que los derechos humanos de las mujeres deben ser respetados y uno de los más importantes es el derecho a la información, puesto que sin ella el mundo sería un caos.
Publicado originalmente en Diario de Xalapa
