Disminuye apoyo a Casa Hogar Santa Isabel; ahí viven abuelitos de hasta 105 años

Durante la pandemia, en la Casa-Hogar Santa Isabel no recibieron a nadie, para evitar exponer a quienes ya vivían en la casa

Mayra Figueiras | El Sol de Orizaba

  · martes 20 de diciembre de 2022

Setenta son los abuelitos que viven en la Casa-Hogar Santa Isabel bajo el cuidado de las Hermanas de los Ancianitos Desamparados / Foto ilustrativa: Alexa | Pixabay

Orizaba, Ver.- Setenta son los abuelitos que viven en la Casa-Hogar Santa Isabel bajo el cuidado de las Hermanas de los Ancianitos Desamparados, quienes con apoyo de benefactores y de la población solidaria los cuidan, procuran su atención médica y espiritual, mencionó la Madre superiora Nieves Jallas Gándara.

Menciona que no hay tantos ancianitos como anteriormente hubo, porque durante la pandemia no recibieron a nadie, para evitar exponer a quienes ya vivían en la casa a un contagio de la enfermedad.

“Ahora sí ya estamos recibiendo”, dijo y agrega que algunos han fallecido, pero por ley natural, ninguno por Covid-19, sino por su edad. Dijo que la persona que tiene más años es una ancianita de 105 años y la más joven tiene más de 60 años, la mayoría es proveniente de municipios de la zona de las Altas Montañas.

Dijo que otro de los efectos de la pandemia que todavía resienten es la disminución en su economía. Y es que, para evitar el contagio, las hermanitas dejaron de salir en busca de apoyo a los municipios de la zona, que recorrían generalmente.

En Córdoba el apoyo se ha mantenido, mientras que en Orizaba comienza a fluir poco a poco; además de que se dan también a la tarea de dar opciones a los benefactores sobre cómo seguir apoyando al sostenimiento de la Casa-Hogar.

“La casa requiere mucha atención, mucho mantenimiento aparte de la manutención; gracias a Dios hay personas que nos ayudan, pero siempre hay que reparar goteras o humedades”, dijo.

¿Qué gastos deben solventar en la Casa-Hogar Santa Isabel?

Entre los gastos mayores que tienen que solventar están los de toda casa: gas, luz, teléfono, así como los que se generan día y día para alimentar a los abuelitos: pan, leche, queso, tortillas, etcétera.

“Damos las gracias a todas las personas que nos siguen apoyando, sin ellos no podríamos sostener la casa, por ellos rezamos continuamente. Deseamos que tengan una feliz Navidad y que la vivan en familia”, finaliza.