Orizaba, Ver. - Fue cardíaco el primer tiempo, la afición que acudió a Centro Orizaba de Convenciones vibró con cada acercamiento que tuvo la selección mexicana y aunque no pudo avanzar en el mundial, los asistentes afirman que el partido fue bueno.
Las salas llenas y la afición en su lugar con papas, pambazos o jugos en mano, empezaron a poner atención a la pantalla casi sin parpadear, no perdían detalle del balón y de los jugadores, se sentían en el estadio; el primer acercamiento a la portería de Arabia Saudita fue el momento donde más de uno se levantó de su butaca por la emoción.
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El inicio del partido fue tranquilo pero emocionante, los gritos, las palabras altisonantes, las porras y bullas no pudieron faltar.
El primer tiempo tuvo acercamientos y los 3 minutos añadidos a los 45 minutos ya reglamentarios fueron los más emocionantes para la afición, pero no funcionó. El árbitro silbó y la banca de Arabia y México se llenó con los jugadores para hablar de técnicas que implementaron para el segundo tiempo, donde los resultados empezaron a verse.
La esperanza se mantenía y las porras para Sánchez y Lozano, jugadores de la selección, no se hicieron esperar, pues minutos después de las palabras de aliento de los orizabeños el gol cayó, marcando así el 1-0 lo que mantenía alertas a los asistentes, quienes a la par oían a los comentaristas deportivos hablar sobre el enfrentamiento entre Argentina contra Polonia quedando el marcador 2-0 favor al equipo que lidera Leonel Messi.
No pasaron muchos minutos cuando el segundo gol fue anotado a favor de la selección mexicana, quienes continuaban acercándose al arquero.
La afición consideró que los dos goles anulados a la selección mexicana hubieran marcado la diferencia para que el equipo pudiera pasar a octavos de final, pero el sueño quedó en este partido.
¿Qué dijo la afición del partido?
"Valió la pena salir de mi trabajo en hora de comida y así venir a ver el Partido, jugaron bien, les faltó más, aún más acercarse, pero fue buena su presentación" señala Julián Serrano, trabajador oficinista.
Al caer el primer gol de Arabia, el Coco empezó a vaciarse y con ello las esperanzas de los asistentes, quienes sabían lo que este juego representaba para la selección mexicana.
El desfile de camisas verdes y blancas se hizo notar por los pasillos del Centro de Convenciones, donde por tercera ocasión se abrieron sus puertas para que la población pudiera disfrutar de este evento deportivo.
