Orizaba, Ver.- Desde hace muchos años muchas mamás tuvieron que salir a la calle a exigir a las autoridades que hagan su trabajo y busquen a sus seres queridos desaparecidos; porque pasan años y ven los mismos rostros y también muchos nuevos, de personas que sufren por la desaparición de sus hijos, hermanos, esposos, padres. Esta tarde, con una marcha, decenas de mamás recordaron que, para ellas este 10 de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta.
Para una madre, dijo Araceli Salcedo Jiménez, directora del Colectivo Familias Desaparecidos Orizaba-Córdoba afrontar la desaparición de un hijo, de un ser querido es doloroso.
“El que sonrías no quiere decir que los olvidamos, el sentimiento lo llevamos en el corazón, cada mañana que pasamos por su recámara, cuando vemos su muñeco preferido, cuando hacemos la comida que tanto les gustaba; viven en nuestro corazón".
Subrayó que el número de casos de desapariciones en esta región del estado ha ido en aumento, por lo que la búsqueda que comenzaron hace ya casi 10 años no se puede detener.
“Justo este día, pero de hace 10 años tuve una cirugía, mi hija me tomó de la mano y me animó, me dijo que las cosas saldrían bien, estuvo conmigo día y noche; hoy no está conmigo, nos mutilaron como familia, nos dejaron sin su sonrisa, sin su aroma, sin su presencia. Hoy lo único que puedo hacer es acompañar a esas madres que viven lo mismo que yo, para fortalecernos unas a otras”.
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Al gobierno exigieron que haga su trabajo, que no eche culpas; que haga lo que tiene que hacer para darles la justicia que tanto quieren.
“Hay madres que se han muerto en el camino, otras vamos a morir y sabemos que no estaremos a lo mínimo de hacer justicia; les pedimos que hagan lo mínimo, que busquen a nuestros hijos, que hagan una investigación concreta, que integren bien las carpetas, para que el día de mañana, si hay un imputado se le castigue, aunque nosotras ya no estemos en esta tierra”, dijo.
La marcha que comenzó en la plaza Bicentenario con la participación de decenas de mamás que llevaban cartulinas con la fotografía de su ser querido y la ficha con los datos de su desaparición caminaron hasta el Parque López, donde ante el monumento a la madre rindieron un homenaje a todas aquellas mamás que murieron sin poder encontrar a su hijo, hija, esposo, hermano. “Porque la lucha por un hijo no termina y una madre nunca olvida”.
