Orizaba, Ver.- Axel Iván Peralta Bermúdez y César Zepahua Gutiérrez fueron ordenados Diáconos este día en la Parroquia El Sagrario de Catedral de San Miguel Arcángel. Fue el Obispo Eduardo Cervantes Merino quien con la imposición de manos les dio el primer grado del Orden Sacerdotal.
El Presbiterio junto con las familias y comunidad de las Parroquias de San Sebastián, en Zongolica; y la de San Pedro y San Pablo, en Maltrata, de donde provienen, atestiguaron el momento en que los jóvenes asumen el compromiso de servir al Obispo y a través de él, al Presbiterio y al Pueblo de Dios.
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¿Qué misión les encomendó el obispo?
Al dirigirse a ellos, el obispo les recordó que tienen ahora, la misión de descubrir el rostro sufriente de Cristo en los hermanos y, acercarse a ellos con caridad y con amor, no solo con palabras, sino con actitudes de vida.
“Axel y César, nos alegramos por el llamado que les ha hecho el Señor y agradecemos la respuesta que le han dado. Recuerden que no son ustedes los que eligieron al Señor, es Él quien los eligió para que vayan, den fruto y ese fruto permanezca”, resaltó.
Subrayó que dar servicio a la comunidad es ponerse en salida misionera para predicar el Evangelio donde hace más falta. “La encomienda del anuncio del Evangelio les invita a anunciarlo con creatividad, rompiendo esquemas aburridos. Se trata de ir a donde Él envía y decir lo que Él manda, sin pretextar diciendo que eres demasiado joven, que no sabes o que no estás preparado para eso; Él pone las palabras en boca de ustedes”.
Resaltó que se necesita recuperar la frescura del Evangelio para que broten nuevos caminos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado en el mundo actual.
“Los cristianos tienen en deber de anunciar el Evangelio sin excluir a nadie, como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”, dijo parafraseando al Papa Francisco.
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Para ello, abundó, es necesario salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias donde la comunidad necesita escuchar al Evangelio.
Destacó que los ministerios en la Iglesia no son para obtener títulos, ropajes, prestigio, ni para sentir que merecen recompensas o reconocimiento, sino para servir y construir un mundo según el corazón de Cristo.
Axel Iván Peralta y César Zepahua se incorporarán dentro de unos días a las parroquias donde realizarán su servicio hacia la comunidad. El primero irá a la Parroquia del Sagrado Corazón, en Loma Grande y, el segundo a la de San Francisco de Asís, en Zongolica, donde continuarán su servicio ahora como Diáconos.
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En la Eucaristía de Ordenación Diaconal participó, además del Presbiterio de la Diócesis de Orizaba y los equipos formadores del Seminario Diocesano “La Sagrada Familia”, y del Seminario de Córdoba “El Buen Pastor”, donde también cursaron parte de su formación y un sacerdote de la Diócesis de San Andrés Tuxtla.
