Río Blanco, Ver.- Las familias de la zona de las Altas Montañas conservan la tradición de la “tamaliza” justo el Día de la Candelaria, aunque otras esperan el fin de semana para festejarlo. Antes de las ocho de la mañana, doña Alicia ya instaló su puesto en contra esquina del mercado “Escalona” de esta ciudad. Su especialidad es el tamal ranchero con chile habanero.
Mientras despacha a sus clientes que llegan temprano, comenta: “está difícil la situación económica, pero ya tengo varios pedidos de 40 y 60 tamales”.
Lo que afecta, dice, es que la gente ahora hace los tamales en casa, y eso pega a las ventas, “pero no nos quejamos, porque llegan y preguntan el teléfono, porque el sábado y domingo festejarán el día de La Candelaria”, señala.
Los clientes llegan al puesto por la calidad del producto. Explica que el de dulce lleva leche, al canario le ponen mantequilla y crema pastelera; el ranchero es de carne de puerco y al hacerlo le ponen caldo; puede haber tamales más económicos, pero son más simples.
“En la región encuentra bueno, bonito y barato, pero sin los mismos ingredientes”, comenta y agrega que sus tamales son cien por ciento caseros, pues baten a mano la masa cernida, le ponen caldo y el secreto principal: la sazón.
Recuerda que la elaboración y venta de tamales es una tradición familiar que comenzó su mamá, Chayito hace más de dos décadas, pues como madre soltera tuvo que hacer frente al sustento de sus hijos y ella (Alicia, su hija) continuó con esta herencia.
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“Gracias a Dios hay pedidos, la gente hace sus pedidos y hace su apartado para disfrutar de los tamales el fin de semana, cuando la familia descansa”, apunta.
Vende de todo: de dulce, rajas, mole, rancheros rojos y verdes, los clientes siempre llevan surtido porque hay unos a quienes no gusta el picante; hay para todos los gustos, concluye.
