Orizaba, Ver.- Con una baja significativa en la demanda de sus servicios trabaja desde hace casi tres meses Odi, estilista de esta ciudad, quien tuvo que prescindir durante un tiempo de la empleada que le ayudaba, porque los ingresos disminuyeron significativamente.
Explicó que las fiestas y convivios era los que les daban más trabajo pues muchas de sus clientas se arreglaban periódicamente con ella por ese motivo, pero desde que se suspendió este tipo de eventos su asistencia e ingresos bajaron mucho. “Al no haber fiestas ya no llegan a arreglarse. Ellas eran nuestro fuerte”, dijo.
El golpe lo resintió también porque las docentes que iban a su negocio dejaron de ir porque trabajan desde casa y, dar clases desde ahí no amerita tanto arreglo; aparte de que tampoco hubo clausuras escolares, ni graduaciones; mucho menos novias o quinceañeras que requirieran sus servicios.
Señaló que este tiempo ha salido adelante con la poca clientela que le llega, generalmente son personas que viven cerca de donde se ubica su negocio y los conoce desde que comenzó a trabajar.
A su empleada, que tiene ya muchos años con ella, le pidió descansar algunas semanas y la apoyó con despensas. Desde la semana pasada se reintegró, aunque con pocas horas porque la demanda sigue siendo baja.
Desde que comenzó la cuarentena, en su estética se siguen las medidas de prevención para evitar ser fuente de contagio. Los clientes al llegar sanitizan su calzado, se les proporciona alcohol para desinfectarse y deben permanecer con cubreboca; además de que no pueden permanecer más de tres personas en el lugar y todos guardan la sana distancia; al terminar de arreglar a un cliente desinfectan el lugar antes de atender a otra persona.
Ahora, sus clientas agendan su visita pues llaman con anticipación y reservan su lugar, cooperando de esa manera con mantener la sana distancia.
Odi confía que una vez que se reanuden las actividades, que se ajustarán a la nueva normalidad manteniendo las medidas higiénicas ya establecidas, se recupere su economía poco a poco.
