Orizaba, Ver.- "Las causas de la falta de vocaciones son diversas y van desde la manera de pensar, el cambio de época, los estímulos que viven los muchachos, los desafíos del mismo sacerdocio, pero la principal de ellas es el descuido de la familia y la Parroquia".

Tras expresar lo anterior, el Obispo Eduardo Cervantes Merino dijo que siempre hacen falta sacerdotes. Señaló que la falta de vocaciones es un fenómeno muy humano, “la vocación sacerdotal es un llamado de Dios, eso lo vemos desde la fe y siempre ha habido crisis de vocaciones”, señaló.

Quizá ahora se notamos más, porque los muchachos se animan, un poco menos, a la participación; “Las causas son variables, son muchas; sin duda la primera desde mi punto de vista es la construcción de la comunidad cristiana”, apuntó.

Recordó que la comunidad empieza en la familia y en ella vamos descubriendo el sentido de la vida, el sentido de la fe y el sentido de la participación.

Quienes se sienten parte de ella, en el matrimonio, en el grupo de amigos, “ustedes como periodistas, son cristianos y responden a la vocación que Dios les da y lo asumen desde la responsabilidad y las luces desde donde quieren servir; si tenemos una comunidad cristiana, participativa, formada es la primera cuna para las vocaciones, si descuidamos la familia, la parroquia, es fácil que no surjan vocaciones”, es en eso en lo que se tiene que trabajar, concluyó.