Ixtaczoquitlán, Ver.- Con un exhorto del Obispo de Orizaba Eduardo Cervantes Merino, a imitar a la Virgen María, fieles de la comunidad parroquial de la Inmaculada Concepción de este municipio celebraron a su patrona, la Inmaculada Concepción, una de las celebraciones marianas más importantes para los católicos.
Durante su homilía, el prelado recordó que aunque hay grupos religiosos que “descalifican la presencia de María entre nosotros”, todos los católicos tienen que buscar la manera de no perder los valores que les dan fuerza y unidad.
Te puede interesar: Después de 2 años llegan comerciantes a la periferia de Santuario Guadalupano
¿Qué piden a los católicos en estas fechas?
Añade que los valores están en la familia, en la tradición, en las fiestas y, no solo la mayordomía de la Inmaculada, sino todas las que hay en torno a María, en torno a los santos y desde luego al Señor Jesús; en todas las fiestas tradicionales que congregan a la comunidad, en el rezo del Rosario, en las Posadas, en las peregrinaciones.
“Todo eso nos favorece y nos lleva a contemplar a María también como parte de nuestro caminar, al contemplarla tenemos un compromiso, imitarla”.
Síguenos a través de Google News
Resalta que María Santísima no es Dios y de ninguna manera la equiparan con Él; ella es creatura, es un ser humano, es modelo de todos los cristianos, es el modelo a quien están invitados a imitar, a parecerse; “así como la contemplamos tenemos que conocerla un poco más y siempre seguir los consejos que nos da”, subraya.
Agrega que se debe seguirla de manera especial en la manera de hacer la voluntad de Dios, que anima a su pueblo a encontrar otras maneras de vivir, otras maneras de actuar y que se descubren en el Adviento, como lo son el perdón, el amor, el servicio, la unidad.
Te puede interesar: Regresan los festejos guadalupanos en El Barrio de la Cruz, te contamos
Cuántas cosas podemos transformar en la sociedad hoy que es sacudida por la violencia, por tantas mentiras; hoy que se sufren enfermedades, que, aunque siempre han existido, están más latentes.
“Cuánta necesidad tenemos de mirar a Jesús y emprender la transformación en la familia para hacer un mundo mejor educándola en los valores, corrigiéndonos, fortaleciendo la oración en la casa, cuántas cosas buenas podemos hacer porque hay mucha gente buena, de donde salen los valores que trasmiten los papás, los abuelos”, concluyó.
