Orizaba, Ver.- Los casos que llegan al área jurídica del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) como maltrato o violencia infantil, al evaluarlos detectan que son niños que viven una dinámica familiar con muchas carencias afectivas y con padres que repiten patrones, reveló Sandra Paula Zárate García, coordinadora del Departamento de Psicología del DIF Orizaba.
La violencia en sus diferentes tipos, omisión, violencia física o psicológica no se ha reducido, por lo contrario, se conocen más porque hay mayor número de denuncias, mayor cultura de la denuncia, así como más instituciones involucradas, tanto educativa y médica que tienen que cumplir con protocolos de acción, lo que hace que la procuraduría del DIF reciba los reportes y los evalúe.
Señaló que los que llegan tienen problemas de violencia, pero también de modos y sistemas de vida. “Hemos visto en los casos que evaluamos, que los niños tienen una situación actual en la que están siendo disciplinados con técnicas y modos que no serían los correctos psicológicamente; pero también estamos viendo que la dinámica familiar tiene muchas carencias en lazos afectivos, padres inmaduros, jóvenes, que vienen de repetir padrones y entonces tenemos jovencitos en etapa pre-puber que reportan ser víctimas de una situación de violencia, pero son chicos que tienen fuertes problemas de conducta, entonces los papás han perdido el control, la capacidad de manejarlos; se han afectado los vínculos y ahora el chico responde y los papás han tenido que tratar con medidas más fuertes que ya rayan en pasarse al tema de la violencia, ya no es una simple disciplina”, refirió.
Esta situación, apuntó, se presenta de hace cuatro años para acá. La mayoría de los menores que llegando al DIF son de entre 9 y 13 años, así como de entre 15 y 16.
Orizaba, Ver.- Los casos que llegan al área jurídica del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) como maltrato o violencia infantil, al evaluarlos detectan que son niños que viven una dinámica familiar con muchas carencias afectivas y con padres que repiten patrones, reveló Sandra Paula Zárate García, coordinadora del Departamento de Psicología del DIF Orizaba.
La violencia en sus diferentes tipos, omisión, violencia física o psicológica no se ha reducido, por lo contrario, se conocen más porque hay mayor número de denuncias, mayor cultura de la denuncia, así como más instituciones involucradas, tanto educativa y médica que tienen que cumplir con protocolos de acción, lo que hace que la procuraduría del DIF reciba los reportes y los evalúe.
Señaló que los que llegan tienen problemas de violencia, pero también de modos y sistemas de vida. “Hemos visto en los casos que evaluamos, que los niños tienen una situación actual en la que están siendo disciplinados con técnicas y modos que no serían los correctos psicológicamente; pero también estamos viendo que la dinámica familiar tiene muchas carencias en lazos afectivos, padres inmaduros, jóvenes, que vienen de repetir padrones y entonces tenemos jovencitos en etapa pre-puber que reportan ser víctimas de una situación de violencia, pero son chicos que tienen fuertes problemas de conducta, entonces los papás han perdido el control, la capacidad de manejarlos; se han afectado los vínculos y ahora el chico responde y los papás han tenido que tratar con medidas más fuertes que ya rayan en pasarse al tema de la violencia, ya no es una simple disciplina”, refirió.
Esta situación, apuntó, se presenta de hace cuatro años para acá. La mayoría de los menores que llegando al DIF son de entre 9 y 13 años, así como de entre 15 y 16.
