Orizaba, Ver.- Lamentos, llanto, objetos que se mueven de lugar sin explicación, sensación de presencias extrañas, pesadez corporal y hasta pesadillas eran manifestaciones que vivían diariamente elementos de la Policía asignados a vigilar el que hace más de 15 años fue el Centro de Readaptación Social de Orizaba.
Antonio Ramírez Mota, sanador del Mercado de Artesanías, que se adecuó donde funcionó el reclusorio, relata que recién abierto ese espacio se registraron fenómenos paranormales durante los primeros años.
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“Con el paso del tiempo limpiamos e hicimos ceremonias y se quitó mucha energía negativa que ahí existía”.
Recuerda que luego de la inauguración del mercado hizo la primera limpia y tras ello cayó en cama durante varios días, por lo cargado que estaba ese lugar de energía negativa.
“Me bajaron las defensas y enfermé porque absorbí la energía negativa, estaba muy feo, me enfermaba a cada rato de cualquier cosa; por eso tuve que curar todo el espacio, hoy son menos los fenómenos paranormales”, dice.
Los entes que se manifestaban revolvían la mercancía de los puestos y se escuchaban lamentos, porque la gente que estuvo ahí sufrió mucho; llanto de mujeres, bebés que no nacieron; con el paso del tiempo cesaron un poco; pero hasta ahora se escuchan lloriqueos de reclusas, abunda.
Aparecía niña de los años 40
Comenta que en el lugar se aparecía una niña vestida como de los años 40. “Yo la llegué a ver y le puse su luz para que se fuera, pero volvía a parecer cuando llegaba la hora de cerrar, alrededor de las 8 o 9 de la noche, revela. “Jugaba mucho en el pasillo de acceso hacia el mercado, pero la dejé ir”, menciona.
Aún existe energía que no se quiere, y ahí sigue, no saben cómo liberarse y se manifiesta, pero ya con menor intensidad y frecuencia.
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Ese espacio donde una vez estuvieron recluidas personas que infringieron la ley y pagaron sus culpas con la cárcel, se transformó y convirtió en un lugar colorido donde se congregan artesanos de municipios de la zona, que además de mostrar sus creaciones, dan alegría y luz a ese espacio que recibe a visitantes de la zona y de otros estados.
Donde antes hubo áreas delimitadas como celdas, ahora es un espacio abierto donde se instalaron los puestos de los artesanos que día a día llegan al hoy Mercado de Artesanías, para recibir a los turistas. Y tú, ¿conoces el Mercado de Artesanías?