La disposición reglamentaria que tiene Orizaba y que prohíbe el uso de cohetes debería replicarse en los municipios de la región para disminuir el índice de accidentes que se registran durante la temporada de fin de año a consecuencia del mal manejo de estos artefactos, afirmó Manuel Jiménez Cadenas, comandante de la Central 119 de Bomberos Orizaba.
Señaló que si bien hay personas en municipios de la zona los cuales se dedican a la elaboración de este tipo de artefactos, estas deben ser minuciosamente supervisados y contar ya sea con permisos municipales o de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) porque la pólvora es un explosivo el cual se combina con otros productos químicos para fabricarlos, y aumenta su peligrosidad.
Además, consideró, debe haber una supervisión exhaustiva de parte de las autoridades, ya sea seguridad Pública, municipal para verificar que no se elabore más cantidad de la permitida por la Sedena.
Explicó que el riesgo por el uso de estos, por ejemplo, durante las peregrinaciones es elevado.
“Normalmente van atrás o delante de la gente, mientras el cohete lo controle un experto seguramente no pasará nada, pero he visto peregrinaciones en donde en la batea del camión o camioneta lo lanzan, ahí llevan la docena de cohetes y los van tomando. Cuando el cohete sale a propulsión por la fuerza de la pólvora provoca el calentamiento de la batea y ahí van los demás cohetes, entonces impregna de partículas encendidas todo el piso provocando una temperatura alta y llega el momento en que los cohetes se prenden y ocasionan lesiones a quienes vayan arriba”.
