Orizaba, Ver.- El asesinato del presidente municipal de Rafael Delgado es muestra de la grave crisis de inseguridad que se vive en el estado y que algunos no quieren aceptar, aseveró el Padre Helkyn Enríquez Báez, Vocero de la Diócesis de Orizaba.
Tras enterarse de lo ocurrido, dijo que cualquiera que sea el móvil de la violencia incontenible que se registra, siempre preocupa y convulsiona a la sociedad, a las comunidades, pues la violencia abarca a diferentes sectores de la sociedad: mujeres, niños, comunicadores, “y ahora lo vemos también con autoridades civiles”.
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Insistió en que la inseguridad que prevalece no solo intranquiliza, sino que causa temor a muchas familias que se sienten inseguras al caminar a ciertas horas del día y de pasar por ciertos lugares, porque no tienen la certeza de que realmente haya seguridad.
“Sabemos lo que para una comunidad puede significar la pérdida de su autoridad civil”, dijo y envió un saludo solidario a la población del Municipio de Rafael Delgado y pidió por el eterno descanso del presidente municipal Isauro Ambrosio Tocohua, asesinado ayer por la noche.
La violencia, dijo la resiente toda la sociedad, pues como se sabe, ahora al ir a retirar el aguinaldo o a hacer compras, también se registran actos delictivos que muchas veces hacen padecer la pérdida de su dinero a las familias.
“Ante esto, manifestamos primero la solidaridad con las víctimas, con las comunidades y con las familias que padecen violencia”, dijo.
¿Cuál es la exigencia al gobierno?
El vocero diocesano agregó que esperan que el gobierno genere las acciones necesarias para responder a la demanda de mayor seguridad, pero también de una mejor procuración de justicia.
Pidió, finalmente, que se esclarezcan los hechos violentos que afronta toda la sociedad, para dar certeza de un Estado de Derecho, de paz, como lo clama la sociedad veracruzana.