Orizaba, Ver.- Cada año, la Biblioteca Municipal Bernardo Couto y Pérez recibe más de mil libros en donación, mismos que se integran al acervo o se cambian en caso de que el ejemplar que reciben esté en mejores condiciones que el que tienen. Antes de incorporarlo se revisan detalladamente para evitar que contaminen al resto.
Blanca Hernández González, coordinadora de ese espacio explica que una vez que los reciben, someten cada ejemplar a una revisión para verificar que no esté apolillado, húmedo o que sus hojas no estén desprendidas.
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“Si el libro que adquirimos está mucho mejor que el que tenemos, se cambia; si no lo tenemos se clasifica, pero esto va después de la observación sobre si está en óptimas condiciones”, resalta.
Y es que hay que limpiar las pastas, quitar el polvo en las páginas, porque a veces estaban almacenados en cajas y llevan residuos de ácaros.
Aparte de eso buscan su clasificación por medio del sistema Dewey y le dan su número, le hacen su etiqueta y se le coloca una cinta mágica como protección y para que el usuario pueda ubicarlo más fácilmente. Una vez terminado este proceso se integra al acervo para finalmente ser colocado en el estante que le corresponde. Así se hace con cada uno de los libros.
Menciona que la mayoría de los ejemplares son donados por particulares. Actualmente, apuntó renuevan el acervo de la biblioteca pues tras el cierre de la librería Garcílazo –la más antigua de la ciudad- recibieron ejemplares de todos los géneros.
“Estamos checando que estén en buenas condiciones y que sean vigentes, para dar la información actualizada a la población”, resalta.
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Finalmente, Hernández González invita a la población a que visite la Biblioteca Municipal Bernardo Couto, con la certeza de que el personal que ahí labora está debidamente capacitado para dar cualquier información y servicio, así como que el acervo que ahí se resguarda está en buenas condiciones, para que hagan una consulta segura.
¿Bajo que sistema opera la biblioteca?
En el año 1876, Melvil Dewey (1851-1931), quien era bibliotecario, creó un sistema numérico decimal para organizar los libros de la biblioteca escolar en la que trabajaba, el "Sistema de Clasificación Decimal Dewey".
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Dewey dividió el conocimiento en 10 categorías: generalidades, filosofía, religión, ciencias sociales, filología, ciencias naturales, técnica y ciencias prácticas, arte y literatura e historia. Cada una puede subdividirse muchas veces para lograr identificar claramente cada tema.
Esto se hace para organizar los libros en la estantería, de tal forma que todos los ejemplares que traten un tema específico queden ubicados en el mismo lugar.
