Nogales, Ver.- La Policía Ministerial Acreditable (PMA) detuvo a un hombre, al enfrentar una orden de aprehensión acusado del delito de abuso erótico sexual, en agravio de su hijastra.
El detenido es Alberto N, de ocupación empleado en un rastro de aves, quien enfrenta proceso penal en el expediente 242/2010, por el delito antes mencionado, en agravio de una niña de identidad reservada.
Los hechos según investigaciones de las autoridades ministeriales, se suscitaban desde que la menor tenía 4 años en el 2009.
Ella y su hermana de tres años, son hijastras de Alberto, al haber decidido la madre de ambas, vivir en unión libre con él.
Según la niña agredida, desde que empezaron a vivir con Alberto, el hombre supuestamente las agredió física y verbalmente, al igual que a la madre.
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Fue cuando la niña tenía 6 años, cuando supuestamente Alberto sacó de la vivienda a sus hijos, y presuntamente abusó de ella, amenazándola con golpearla si decía algo a su madre.
En el relato a las autoridades investigadoras, la menor dice que cuando tenía 7 y 8 años, Alberto al parecer la volvió a agredir en repetidas ocasiones.
Relata la menor que en alguna ocasión, el hombre la llevó a su centro de trabajo por la noche y al día siguiente al salir, la habría agredido sexualmente por el Rincón de Las Doncellas, por lo cual intentó escapar, pero el hombre nuevamente la amenazó con llevarla a otra parte y perderla, por lo cual tuvo que calmarse.
¿Cómo fue la detención de Alberto?
Sin embargo, cansada de los hechos, la niña le informó a su madre de lo ocurrido y procedieron a interponer la denuncia correspondiente ante el personal de la Fiscalía Especializada en Delitos cometidos contra la Familia, Niñas, Niños y Trata de personas, en donde iniciaron las investigaciones correspondientes e integraron expediente para turnarlo a un juez penal y solicitar la liberación de una orden de aprehensión en contra de Alberto.
Fue así como al tener el mandato del impartidor de justicia, el comandante Germán Contreras Cortés y elementos a su mando se avocaron a localizar al inculpado, a quien pusieron a disposición de las autoridades penales para que resuelvan su situación jurídica.
Mientras, el inculpado permanece recluido en un reclusorio regional, en espera de un fallo del Juez.
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