Orizaba, Ver.- Con la intención de motivar el espíritu navideño, la Orquesta Clásica de Orizaba y el Coro Clásico "Armando Ortega Carrillo" ofrecieron su tradicional Concierto de Navidad en la Catedral de San Miguel Arcángel de esta ciudad. Todos los temas que interpretaron se refieren al Nacimiento de Jesús.
Ante una catedral que lució llena de familias, interpretaron el Concerto grosso Op. 6 no. 8 de Arcangelo Corelli, conocido como el Concierto de Navidad cuya inscripción es: "Fatto per la note di natale".
- Puedes leer también: ¡Más de 40 años! Rondalla de Ciudad Mendoza le canta al amor
El obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, quien asistió a escuchar este concierto, dio la bienvenida a los asistentes y señaló que en ese espacio (la catedral), que ordinariamente se ocupa para la alabanza y gloria de Dios, donde se piden y reciben bendiciones, “hoy le decimos al Señor, bendícenos con la buena música, porque eleva el alma y casi tocamos el cielo”.
El director de la OCO, Armando López Macip, mencionó que al ser un concierto de Navidad sólo se incluyó en el repertorio música de esta época. “Todos los villancicos y la música instrumental fueron hechos para el Nacimiento de Jesús”.
Este, recordó, es el concierto número 23 que ofrecen en la Catedral, ya que antes los hacían en Rectorías como la de nuestro Señor del Calvario o la de Santa María de los Servitas, pero cuando el padre Antolín Bernardi Castelán llegó a catedral comenzaron a hacerlos ahí.
Entre la música que interpretaron estuvo: Joy to the world, de G. F. Haendel; Oíd un son en alta esfera, de F. Mendelsonh-Bartholdy; Aldehuela de Belén, de L. H. Redner; Noche de paz, de F. Gruber; Adeste fideles, un canto tradicional, lo mismo que Cántico angelical.
Junto con el Coro interpretaron también: Duerme no llores, de M. Treviño; Oh Holly Night, de Cappeau-Sullivan, interpretado por el solista: Jeshua Hernández Rodríguez; La nana, de J. R. Gómis; y Aurora y clavel, de Carmelo Endorzain.
Para saber:
Arcangelo Corelli fue comisionado por el Cardenal Pietro Ottoboni para escribir esta obra que fue publicada de manera póstuma en 1741. Es parte de los 12 concerti Grossi, Op. 6 de Corelli.