Orizaba, Ver.- Como una oportunidad para visibilizar la violencia feminicida, nombrar a sus víctimas y exigir justicia, activistas de Marea Verde Altas Montañas instalaron una antiofrenda en el parque Central de esta ciudad y rindieron un homenaje a la memoria de las 15 mujeres asesinadas en la zona Centro del estado, tan solo este año.
Luz María Reyes Huerta, integrante de dicha agrupación dijo que es lamentable que las autoridades traten de invisibilizar la problemática, pues pocas hablan del tema. “Las autoridades de los tres niveles: federal, estatal y municipal están casi que silenciosas, nadie habla del tema, de las violencias”.
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Subrayó que las únicas voces incómodas son las de las organizaciones sociales, que se empeñan en visibilizar, en exigir y en poner sobre la mesa lo que sucede a las mujeres.
Aseveró que las víctimas de feminicidio pasan a ser solo una cifra: “Veracruz ocupa el tercer lugar…, son tantos los casos que llevamos…, en el país matan a 11 mujeres todos los días…, pero ¿quién se acuerda de ellas en particular?”.
La falta de empatía e interés ha hecho que la entidad veracruzana ocupe el quinto lugar en impunidad a nivel nacional. “Tiene un 98.8% de impunidad y, ¿qué mensaje le mandan al agresor?, que puede disponer de la vida de las mujeres y no les va a pasar nada”, aseveró.
Ante este panorama, dijo Reyes Huerta, a las mujeres sólo les queda aprender a tener autocuidado y organizarse entre ellas.
“A veces tenemos miedo al movimiento feminista, pero es una manera de autocuidarnos, hacer redes entre nosotras para detener la violencia y también exigir por las que nos arrebatan”.
En una de las jardineras del Parque Central colocaron las cruces color rosado que representan a cada una de las mujeres que han muerto, generalmente, a manos del hombre que dijo amarlas; así como pequeñas velas y un camino de pétalos de flor de cempasúchil.
Alrededor de la misma se leían frases como: “Hoy no están todas nuestras voces porque desde la tumba no se puede gritar”, “625 feminicidios en México, en el 2023”, “Somos el corazón de las que ya no están”, “Mi miedo se volvió fuerza”, “Que ser mujer no nos cueste la vida” y, entre ellas, las historias de cada una de las víctimas de feminicidio en los últimos años, para las que siguen buscando justicia.
