Orizaba, Ver.- Más de 318 peregrinaciones se prevé que lleguen este año al Santuario Diocesano de la Virgen de Guadalupe entre el 18 de noviembre y el 15 de diciembre, dio a conocer el párroco de ese templo, Juan Carlos Villa Cañedo.
Menciona que ya están listos para recibir a los peregrinos que llegan a manifestar su cariño y agradecimiento a la Virgen de Guadalupe, tanto de parroquias, colonias, empresas, hasta colegios.
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Sobre la Indulgencia Plenaria, dijo que, esta se concede pues se combina con la celebración de las Misioneras Guadalupanas de Orizaba, que en octubre pasado comenzaron su Año Jubilar con motivo del 75 aniversario de su fundación y solicitaron al Papa esa gracia especial por su aniversario.
“Esta es una gracia que el Papa concede, como sucesor de san Pedro y, consiste en que se nos perdone la pena temporal de nuestros pecados”. Explica que el pecado tiene dos penas: la eterna y la temporal; la primera se perdona a través del Sacramento de la Reconciliación (la confesión) y, la segunda, se pagamos en el purgatorio, cuando muere el creyente.
Esta indulgencia, enfatizó, se puede aplicar para los pecados propios o la pueden ofrecer por un difunto, por algún ser querido que ya falleció y que puede estar en el purgatorio pagando esa pena temporal.
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Dio a conocer que se espera la llegada de peregrinos de los lugares más alejados de la Diócesis de Orizaba y también llegan procesiones muy numerosas.
¿De dónde llegan los peregrinos al santuario guadalupano?
Anticipadamente dio la bienvenidos todos los peregrinos que llegan al Santuario de la Concordia, no solo procedentes de los distintos puntos de la ciudad, sino de la región de Orizaba que está dentro del territorio de la Diócesis de Orizaba.
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Recuerda que las peregrinaciones más alejadas son las de Tehuipango y la de Comalapa, que son las más lejanas, mientras que las más numerosas son la de San José, de Mariano Escobedo, -que el año pasado sorprendió por la cantidad de peregrinos que llegó, pero también las de Atzacan, Zongolica y Tlilapan,
Subraya que las restricciones que se tuvieron por la pandemia se han ido superando, por lo que el acceso al santuario es libre, “pero aun así debemos cuidarnos, por las bajas temperaturas”, recomienda.
Finalmente, sobre la tradicional vendimia que se instala en la periferia del templo, el padre Juan Carlos Villa dijo que ésta depende de los permisos que otorgue el Ayuntamiento. Recuerda que el año pasado sí la hubo, por lo que consideró que es probable que este año también la haya.
