Nogales, Ver.- El próximo lunes 19 muy temprano, viajarán feligreses de la Parroquia San Isidro Labrador hacia la sierra de Nogales, para comenzar en la comunidad de Palo Verde la reforestación con 8 mil 500 pinos patula, que fueron donados por el Club Rotario del Valle de Orizaba y la Fundación Salvatierra.
El párroco Marcos Palacios Cárdenas dijo que con el tema del calor se hacen bromas y sirve para hacer memes, pero el del clima es un asunto muy serio.
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Agregó que aun cuando sufrimos los efectos del cambio climático, todos contribuyen en la contaminación y, nadie hace algo por remediar el asunto.
Señaló que no falta el líder que piensa que con tapar una carretera llegará el agua suficiente a donde hace falta. La solución no es tapar carreteras, calles o reclamar en las oficinas donde están los señores que cobran el agua.
El problema está en otro lugar. “Seguimos usando nuestro carro, tirando basura, derribando árboles, valiéndonos cacahuate lo que pase con el planeta”, aseveró.
Invitó a la población a que se sume a las acciones de reforestación que realizará dicha parroquia. “Ojalá el lunes 19 puedas acompañarnos a sembrar unos arbolitos a la comunidad de Palo Verde”, abundó.
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¿En dónde se reunirán para plantar los 8 mil 500 pinos patula?
El punto de reunión será la Parroquia de San Isidro, a las 7 de la mañana, para cargar los árboles”, detalló.
A las 8 subirán a la Comunidad del Nicho. “Nos reuniremos en la quinta Yolotepetl para irnos caminando, como media hora, cargando los arbolitos; las personas de Palo Verde ya estarán esperando la planta para ir a sembrarla”.
Dijo que del Encinar a la Quinta es un trayecto de poco más de 20 minutos, por camino pavimentado. “Es necesario llevar sombrero, agua y una bolsa de costal, para cargar los arbolitos”, mencionó.
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Agregó que ya comenzaron a subir algunos arbolitos, pero son 8 mil los que se tienen que transportar, que es un número menor, pues dijo “seguro esta semana se derribaron como 16 mil”.
Es de recordad que, el presidente del Club Rotario, Luis Arriola, firmó la Carta de la Tierra con la Fundación Salvatierra, para garantizar que sus acciones se verán reflejadas en mejorar el medio ambiente.
El compromiso no es solo sembrar los árboles, sino vigilarlos durante tres años, para asegurar el crecimiento del pino.
Cuando se siembra un árbol, no solo se hacen esfuerzos para generar oxígeno, también para mejorar las condiciones del aire evitando la erosión del suelo, a tener suelo y tierra fértil, a conservar la humedad manteniendo los ríos limpios, además de llevar agua a los mantos acuíferos. Tere Salvatierra, presidenta de la Fundación.
