/ sábado 20 de abril de 2024

El 20 de abril, fecha dolorosa en Tehuipango que se fue olvidando

Santiago Tehuipango fue un pueblo que perteneció a Zongolica durante el siglo XVI, pero con el paso del tiempo se convirtió en ayuntamiento

En la zona de las Grandes Montañas de Veracruz, en la Sierra de Zongolica, se ubica Tehuipango, un municipio dedicado a la agricultura, donde sus habitantes siembran principalmente maíz, chícharo, haba, ciruela, manzana y durazno, esto según datos oficiales de la Enciclopedia de los Municipios de México.

Santiago Tehuipango fue un pueblo que perteneció a Zongolica durante el siglo XVI, pero con el paso del tiempo se convirtió en ayuntamiento. Para 1821 ya era un municipio con escuelas de primeras letras, es decir, instituciones educativas que enseñaban lectura, escritura y operaciones básicas de cálculo, así como la doctrina religiosa. Además de estas escuelas, tenía una parroquia de mampostería, típicas de la época.

La historia de Tehuipango tiene un momento que marcó a sus habitantes de la década de 1970 a 1980, un día que ha pasado desapercibido y casi olvidado tras más de cuarenta años: la matanza del 20 de abril de 1980.

El día para no olvidar

Poco se documentó de aquel domingo de 1980, sus habitantes no hablan de ello y parece que el tiempo se detuvo en esta comunidad, misma que en el año 2000 el INEGI declaró como el municipio más pobre de todo el país. El episodio que ocurrió en este lugar fue motivo de estudio del sociólogo Gualberto Díaz González, quien publicó el libro titulado “La matanza de Tehuipango. Movimiento social y represión en la Sierra de Zongolica 1966-1982”.

Para comenzar la relatoría de aquel día nos remontamos al año 1974, cuando se creó la organización Campesinos Pobres Unidos Independientes de Tehuipango (CPUIT) que estaba integrada por comunidades y liderada por jóvenes de este municipio.

Esta organización cuestionaba el autoritarismo y la corrupción que llevaba a cabo el ayuntamiento municipal, pues los campesinos eran despojados de sus tierras, había abusos por parte de la autoridad, cobros indebidos y una marcada represión. Esto se llevó a cabo por el caciquismo que controlaba la zona.

Fue en 1976 que los habitantes lograron la expulsión del entonces presidente municipal, un logro para quienes luchaban por sus derechos. Tras la expulsión, comenzó un autogobierno para acabar con la exclusión y poner en marcha cooperativas, crear escuelas, construir caminos para no seguir en la marginación y algo muy importante, prohibir la venta de alcohol. Se pensaba que con el autogobierno se podría hacer frente a las familias de comerciantes y líderes que controlaban la zona.

Díaz González menciona en su libro que Tehuipango ha sido una plaza de comercio dominical, es decir, de los domingos, desde la época prehispánica. Cada semana pobladores de la región llegan a este sitio para vender sus productos y practicar el conocido trueque. Sin embargo, nadie esperaba que un día de mercado sería un día para no olvidar.

El domingo 20 de abril de 1980, en un día normal de tianguis, mujeres, niños y hombres indígenas pasaban el día en familia en la plaza, haciendo el trueque y comprando lo necesario para su despensa, cuando comenzó la tragedia.

Poco se documentó de aquel domingo de 1980, sus habitantes no hablan de ello y parece que el tiempo se detuvo en esta comunidad | Ilustrativa / Adriana Luna / El Sol de Córdoba

Un grupo de personas embozadas y con los rostros pintados emboscaron la zona de tianguis y comenzaron a disparar a mansalva contra todos los que estaban en el lugar. Hay quienes mencionan que su mirada era briaga y despiadada, creando un caos y derramando sangre en el lugar. Por si fuera poco, entraron y prendieron fuego al palacio municipal.

Aquel día 20, campesinos indígenas fueron asesinados, dejando también a 10 personas heridas y rematando con el secuestro de tres personas más.

Al siguiente día, el ejército entró a Tepehuipango, instaló un destacamento en el municipio y comenzó la desarmar la CPUIT, además de que inició la persecución y exilio de sus miembros, quienes tuvieron que huir del lugar.

El sociólogo de la UV menciona en su investigación que en el movimiento de Tepehuipango tuvieron participación estudiantes y egresados de un Centro de Iniciación Pedagógica de Los Reyes, en Zongolica, además de integrantes de las Comunidades Eclesiales de Base (pequeños grupos cristianos organizados en torno a parroquias rurales o urbanas), quienes laboraban en las Grandes Montañas.

Tehuipango después de la matanza

El movimiento de Tehuipango tiene una fuerte relación étnica y en su momento recibió apoyo de movimientos de izquierda de aquel entonces. Hubo marchas en la capital veracruzana tras la entrada del ejército al municipio. Al grito de “¡Tehuipango no es cuartel, fuera el ejército de él!” jóvenes universitarios exigían justicia y una respuesta tras la matanza del 20 de abril de 1980.

Lo que sucedió ese domingo dejó a la comunidad en silencio, Gualberto Díaz señala que casi nadie en Tehuipango habla de la matanza, solo hay dolor, temor y olvido. Poco se conoce y se reconoce de la lucha que se vivió hace más de 40 años.

El sociólogo indica que testimonios, documentos y fotografías proporcionadas por habitantes, archivos digitales de dominio público o archivos en imágenes familiares dan testimonio y voz a lo que paso ese antes, durante y después de aquel domingo 20 de abril de 1980.

Este municipio está marcado por la marginación desde hace varias décadas, antes de que se construyera la carretera Zongolica-Tehuipango el único acceso a esta comunidad con automóvil era desde Puebla | Cortesía / Ignacio Sandoval

La marginación en Tehuipango

Aunque para el 2004 se construyó la carretera Zongolica-Tehuipango, haciendo que dejara de ser el municipio de más alta marginación de México, no ha dejado la lista de los 10 más pobres en el país.

Tehuipango es una de las pocas comunidades que aún tiene mayoría de hablantes indígenas, datos del portal Data México, de la Secretaría de Economía del Gobierno de México, señalan que hasta el 2020 la población a partir de los 3 años en adelante que habla una lengua indígena era de más de 26 mil 600 personas, lo cual representa el 89.9 por ciento de sus habitantes.

El mismo portal menciona que la lengua indígena que más se habla es el náhuatl con 26 mil 637 hablantes, mientras que había solo un hablante de Chontal y seis no especificados.

Este municipio está marcado por la marginación desde hace varias décadas, por ejemplo, antes de que se construyera la carretera Zongolica-Tehuipango el único acceso a esta comunidad con automóvil era desde Puebla, por la comunidad llamada Tepezizitla, en Vicente Guerrero, durante los años ochenta.

Tehuipango y su cultura

En el mes de julio se celebra la fiesta de Santiago Apóstol, patrono de la comunidad, donde hay actos litúrgicos, mercado, bailes populares con tambores, incienso, chirimías y los famosos “concheros”, jóvenes que realizan danzas mexicas con caracolas y tambores que hacen en ofrenda al santo católico.

Tehuipango tiene muy presente la celebración del ritual a los muertos, conocido como Todo Santos, siendo aún más importante que la fiesta a Santiago Apóstol. Colocan ofrendas o altares, para niños y adultos. Familias y amigos se visitan en sus casas, entregándose una vela blanca, el anfitrión ofrece comida y bebidas a los visitantes.

Las velas son llevadas a la iglesia para ser bendecidas, se encienden y se llevan al panteón, donde los jefes de familia llaman a los difuntos por su nombre, depositan en cada tumba la ofrenda, conviven, comen y toman cerveza.

Junto a la parroquia de Tehuipango fueron descubiertos los vestigios de lo que fue el antiguo altépetl, llamado Tepantipak, el cual proviene del náhuatl que significa “al lado de la casa de los señores”.

Fue en 2006 cuando pobladores hicieron el hallazgo de ruinas de la zona de Tepantipak, otrora señorío prehispánico con al menos 1700 años de antigüedad, donde había 28 mil familias indígenas en una extensión de 20 km. Investigaciones posteriores del antropólogo Fernando Miranda indican que era un palacio que perteneció a un noble de Tepantipak, donde también se encontraría su tumba.

Tras el descubrimiento, los pobladores realizan una peregrinación a las pirámides y los templos para realizar un acto religioso durante la fiesta patronal. Tepantipak está en la punta del cerro y la parroquia en el antiguo centro altépetl.

Tehuipango se encuentra en la Sierra de Zongolica, en la región de las Grandes Montañas del centro de Veracruz y colinda con Tehuacán, Puebla.

En la zona de las Grandes Montañas de Veracruz, en la Sierra de Zongolica, se ubica Tehuipango, un municipio dedicado a la agricultura, donde sus habitantes siembran principalmente maíz, chícharo, haba, ciruela, manzana y durazno, esto según datos oficiales de la Enciclopedia de los Municipios de México.

Santiago Tehuipango fue un pueblo que perteneció a Zongolica durante el siglo XVI, pero con el paso del tiempo se convirtió en ayuntamiento. Para 1821 ya era un municipio con escuelas de primeras letras, es decir, instituciones educativas que enseñaban lectura, escritura y operaciones básicas de cálculo, así como la doctrina religiosa. Además de estas escuelas, tenía una parroquia de mampostería, típicas de la época.

La historia de Tehuipango tiene un momento que marcó a sus habitantes de la década de 1970 a 1980, un día que ha pasado desapercibido y casi olvidado tras más de cuarenta años: la matanza del 20 de abril de 1980.

El día para no olvidar

Poco se documentó de aquel domingo de 1980, sus habitantes no hablan de ello y parece que el tiempo se detuvo en esta comunidad, misma que en el año 2000 el INEGI declaró como el municipio más pobre de todo el país. El episodio que ocurrió en este lugar fue motivo de estudio del sociólogo Gualberto Díaz González, quien publicó el libro titulado “La matanza de Tehuipango. Movimiento social y represión en la Sierra de Zongolica 1966-1982”.

Para comenzar la relatoría de aquel día nos remontamos al año 1974, cuando se creó la organización Campesinos Pobres Unidos Independientes de Tehuipango (CPUIT) que estaba integrada por comunidades y liderada por jóvenes de este municipio.

Esta organización cuestionaba el autoritarismo y la corrupción que llevaba a cabo el ayuntamiento municipal, pues los campesinos eran despojados de sus tierras, había abusos por parte de la autoridad, cobros indebidos y una marcada represión. Esto se llevó a cabo por el caciquismo que controlaba la zona.

Fue en 1976 que los habitantes lograron la expulsión del entonces presidente municipal, un logro para quienes luchaban por sus derechos. Tras la expulsión, comenzó un autogobierno para acabar con la exclusión y poner en marcha cooperativas, crear escuelas, construir caminos para no seguir en la marginación y algo muy importante, prohibir la venta de alcohol. Se pensaba que con el autogobierno se podría hacer frente a las familias de comerciantes y líderes que controlaban la zona.

Díaz González menciona en su libro que Tehuipango ha sido una plaza de comercio dominical, es decir, de los domingos, desde la época prehispánica. Cada semana pobladores de la región llegan a este sitio para vender sus productos y practicar el conocido trueque. Sin embargo, nadie esperaba que un día de mercado sería un día para no olvidar.

El domingo 20 de abril de 1980, en un día normal de tianguis, mujeres, niños y hombres indígenas pasaban el día en familia en la plaza, haciendo el trueque y comprando lo necesario para su despensa, cuando comenzó la tragedia.

Poco se documentó de aquel domingo de 1980, sus habitantes no hablan de ello y parece que el tiempo se detuvo en esta comunidad | Ilustrativa / Adriana Luna / El Sol de Córdoba

Un grupo de personas embozadas y con los rostros pintados emboscaron la zona de tianguis y comenzaron a disparar a mansalva contra todos los que estaban en el lugar. Hay quienes mencionan que su mirada era briaga y despiadada, creando un caos y derramando sangre en el lugar. Por si fuera poco, entraron y prendieron fuego al palacio municipal.

Aquel día 20, campesinos indígenas fueron asesinados, dejando también a 10 personas heridas y rematando con el secuestro de tres personas más.

Al siguiente día, el ejército entró a Tepehuipango, instaló un destacamento en el municipio y comenzó la desarmar la CPUIT, además de que inició la persecución y exilio de sus miembros, quienes tuvieron que huir del lugar.

El sociólogo de la UV menciona en su investigación que en el movimiento de Tepehuipango tuvieron participación estudiantes y egresados de un Centro de Iniciación Pedagógica de Los Reyes, en Zongolica, además de integrantes de las Comunidades Eclesiales de Base (pequeños grupos cristianos organizados en torno a parroquias rurales o urbanas), quienes laboraban en las Grandes Montañas.

Tehuipango después de la matanza

El movimiento de Tehuipango tiene una fuerte relación étnica y en su momento recibió apoyo de movimientos de izquierda de aquel entonces. Hubo marchas en la capital veracruzana tras la entrada del ejército al municipio. Al grito de “¡Tehuipango no es cuartel, fuera el ejército de él!” jóvenes universitarios exigían justicia y una respuesta tras la matanza del 20 de abril de 1980.

Lo que sucedió ese domingo dejó a la comunidad en silencio, Gualberto Díaz señala que casi nadie en Tehuipango habla de la matanza, solo hay dolor, temor y olvido. Poco se conoce y se reconoce de la lucha que se vivió hace más de 40 años.

El sociólogo indica que testimonios, documentos y fotografías proporcionadas por habitantes, archivos digitales de dominio público o archivos en imágenes familiares dan testimonio y voz a lo que paso ese antes, durante y después de aquel domingo 20 de abril de 1980.

Este municipio está marcado por la marginación desde hace varias décadas, antes de que se construyera la carretera Zongolica-Tehuipango el único acceso a esta comunidad con automóvil era desde Puebla | Cortesía / Ignacio Sandoval

La marginación en Tehuipango

Aunque para el 2004 se construyó la carretera Zongolica-Tehuipango, haciendo que dejara de ser el municipio de más alta marginación de México, no ha dejado la lista de los 10 más pobres en el país.

Tehuipango es una de las pocas comunidades que aún tiene mayoría de hablantes indígenas, datos del portal Data México, de la Secretaría de Economía del Gobierno de México, señalan que hasta el 2020 la población a partir de los 3 años en adelante que habla una lengua indígena era de más de 26 mil 600 personas, lo cual representa el 89.9 por ciento de sus habitantes.

El mismo portal menciona que la lengua indígena que más se habla es el náhuatl con 26 mil 637 hablantes, mientras que había solo un hablante de Chontal y seis no especificados.

Este municipio está marcado por la marginación desde hace varias décadas, por ejemplo, antes de que se construyera la carretera Zongolica-Tehuipango el único acceso a esta comunidad con automóvil era desde Puebla, por la comunidad llamada Tepezizitla, en Vicente Guerrero, durante los años ochenta.

Tehuipango y su cultura

En el mes de julio se celebra la fiesta de Santiago Apóstol, patrono de la comunidad, donde hay actos litúrgicos, mercado, bailes populares con tambores, incienso, chirimías y los famosos “concheros”, jóvenes que realizan danzas mexicas con caracolas y tambores que hacen en ofrenda al santo católico.

Tehuipango tiene muy presente la celebración del ritual a los muertos, conocido como Todo Santos, siendo aún más importante que la fiesta a Santiago Apóstol. Colocan ofrendas o altares, para niños y adultos. Familias y amigos se visitan en sus casas, entregándose una vela blanca, el anfitrión ofrece comida y bebidas a los visitantes.

Las velas son llevadas a la iglesia para ser bendecidas, se encienden y se llevan al panteón, donde los jefes de familia llaman a los difuntos por su nombre, depositan en cada tumba la ofrenda, conviven, comen y toman cerveza.

Junto a la parroquia de Tehuipango fueron descubiertos los vestigios de lo que fue el antiguo altépetl, llamado Tepantipak, el cual proviene del náhuatl que significa “al lado de la casa de los señores”.

Fue en 2006 cuando pobladores hicieron el hallazgo de ruinas de la zona de Tepantipak, otrora señorío prehispánico con al menos 1700 años de antigüedad, donde había 28 mil familias indígenas en una extensión de 20 km. Investigaciones posteriores del antropólogo Fernando Miranda indican que era un palacio que perteneció a un noble de Tepantipak, donde también se encontraría su tumba.

Tras el descubrimiento, los pobladores realizan una peregrinación a las pirámides y los templos para realizar un acto religioso durante la fiesta patronal. Tepantipak está en la punta del cerro y la parroquia en el antiguo centro altépetl.

Tehuipango se encuentra en la Sierra de Zongolica, en la región de las Grandes Montañas del centro de Veracruz y colinda con Tehuacán, Puebla.

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