Córdoba, Ver.- Una silla de madera, tambos grandes, una mesa de plástico color blanco, un gran bloque de hielo sobre una lona y un bulto de sal es lo que caracteriza a las personas que se dedican a hacer nieves de manera manual.
Juan Cosme Serrano Páez, es una persona de la tercera edad jubilado con 42 años de trabajo en el Ayuntamiento de Córdoba, hoy día su mundo toma otro giro con “Nieves el abuelo”, su nuevo proyecto de vida a sus 84 años de edad.
“Deje de trabajar para el ayuntamiento el 10 de agosto del 2018, no quiero que mi vida se me vaya entre las manos, me siento capaz”, acotó que lo más difícil de dejar su antiguo empleo fue las personas que conoció y los grandes amigos que conservará.
Todas las mañanas Cosme se levanta temprano para ir en busca del bloque de hielo, el cual transporta hasta su domicilio en taxi, hay empieza el oficio que aprendió hace tiempo, simplemente viendo a una mujer como realizaba su producto esto cuando él era más joven.
Explicó que el proceso es cansado, pero el resultado es lo mejor, en un bote grande vierte hielo y un poco de sal, luego la tradicional heladera de lamina especial es introducido sobre el hielo, abriéndose paso por el mismo hasta quedar justamente en medio.
Los ingredientes son parte importante de su labor, fresa, limón, nanche y guanábana son lavados, pelados, cortados y machacados para obtener su pulpa, un sabor 100 por ciento natural.
A esto se le agrega lecha evaporada, agua y azúcar los ingredientes que emplea Cosme en sus nieves, con el movimiento de rotación ejercido presión sobre la heladera de lámina, es como poco a poco la nieve se va formando.
En cuestiones económicas acotó que este oficio parece resultar viable “sale lo del gasto de compra y lo del día, ya no se siente uno tan apretado económicamente... de algo a nada es mejor esto”.
Juan Cosme tiene familia, hijos y bisnietos a quienes les enseña este oficio.
Para este nevero de 84 años de edad, el entusiasmo y el no dejarse vencer, el pensar de la gente y los estereotipos es algo que lo ha impulsado y aunque con el negocio de “Nieves el abuelo” lleva un mes, para él es prueba de que cuando se quiere se puede.
Con sus manos realizó dos carritos, en los cuales invirtió alrededor de cuatro mil pesos, mismos que espera pronto ver recuperados, llevando la leyenda de “Nieves el Abuelo” sus nietos se encargar de andar por las calles de Córdoba ofreciendo a la ciudadanía un producto 100 por ciento natural realizado con manos de fuerza y ganas de seguir con su vida.
“Mientras mis nietos salen a la venta del producto yo me quedo en casa aseando el lugar y acudiendo al centro a comprar los ingredientes para el día siguiente, así se me va rápido el día y no me siento tan inquieto como antes”.
