ORIZABA, Ver.- Si el aumento del 15 por ciento al salario mínimo, al que obliga el Gobierno Federal genera pérdida de empleo, cierre de negocios o inflación, los responsables serán aquellos que lo metieron a fuerza, aseveró Enoch Castellanos Ferez, presidente de Canacintra Nacional.
Durante su visita a esta ciudad recordó que los empresarios querían aumentar el salario e incluso lo venían haciendo en años anteriores. En 2019 se incrementó un 16% y en 2020, un 20% y, lo que negociaban ahora será para el 2021.
En lo que no estábamos de acuerdo era en hacer un aumento desproporcionado, pues no consideraba que muchas empresas, más de un millón de micro, pequeñas y medianas, que son las que pagan salarios cercanos al mínimo, habían desaparecido
Abundó que si al salario mínimo que se aumentó un 15% se le suma que muchas empresas van a estar cerradas en la zona metropolitana de la Ciudad de México y otros ocho estados, a los cuales se pudiera sumar Veracruz si siguen aumentando los contagios y fallecimientos, entonces sí pareciera que un aumento del 15% no era lo más conveniente.
Lo que los empresarios proponían, dado que la inflación va a subir un 4%, era en una primera oferta aumentar un 7%, “porque de acuerdo a pláticas con funcionarios del Banco de México eso no nos generaba inflación y subimos la oferta hasta el 10%, pero arbitrariamente el Gobierno Federal ya había fijado una cifra inamovible del 15%, por lo que votamos en contra, en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos”, esto para que quede patente que si hay un efecto contrario, no es responsabilidad de los empresarios sino del gobierno que lo impuso.
Abundó que el salario mínimo no va separado de otros factores, hay que verlo en medio de la pandemia y la crisis económica que se vive, “los empresarios entendemos la necesidad imperante que hay de aumenta el salario mínimo, con la aclaración de que no fuimos nosotros los causantes de que se pulverizara el poder adquisitivo”.
Recordó que los salarios eran muy buenos a finales de los 70´s, pero las crisis económicas recurrentes de 1976, 1982, 1988, 1994, las devaluaciones y la hiperinflación que llegó a estar arriba del 140% a principios de los 80´s, pulverizó el poder adquisitivo del salario, “y nos ha tocado a nosotros la responsabilidad de tratar de aumentarlo. Si no se había hecho fue porque no había las condiciones”.
Finalmente, apuntó que los salarios mínimos estaban indexados a una serie de multas, pago de créditos, Infonavit, derechos y trámites que les impedían no aumentarlos si se incrementaba el salario, es decir, si se aumentaba 100% el salario mínimo se incrementaba ese mismo porcentaje el pago de crédito de Infonavit; aparte de que había que ligarlo a temas de productividad.