Orizaba, Ver.- Con un llamado a orar por la paz en Rusia y Ucrania, pero también por tantas situaciones de guerra que provocan la violencia, el narcotráfico y el crimen organizado que tiene en ascuas al país, Monseñor Eduardo Cervantes Merino presidió la celebración en la que bendijo la ceniza que se impone este día a los católicos. “Pidamos al Señor con mucha confianza, con nuestro ayuno, nuestra oración y penitencia, por la paz”.
Recordó que la Cuaresma ayuda al cristiano a pensar en sí mismo, a reflexionar sobre su vida y el punto de partida es: “¿vivo o no como hijo o hija de Dios?, ¿tengo los valores que me da el Evangelio, la doctrina, la enseñanza de mi Iglesia, bien puestos?, ¿tengo claros los valores y criterios para vivir en familia, en la sociedad, en el trabajo?”, agrega que la reflexión no debe quedar en eso, sino con mucha paz, corregir.
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Para lograrlo, ayuda mucho el ayuno, intensificar la oración para entrar en comunión con Dios. “En la Cuaresma estamos invitados a profundizar en nuestra vida cristiana con Dios, particularmente en la oración”, resalta.
Como medida para evitar que se registren contagios entre los fieles, la Diócesis dispuso de un protocolo especial que se sigue en Parroquias y Rectorías de los seis decanatos, donde además de instalar filtros de desinfección, se realizan celebraciones litúrgicas breves de no más de 15 minutos.
Para acercar este signo a todos los lugares y evitar el desplazamiento de los fieles a los templos, los ministros salieron a espacios abiertos como parques e incluso mercados, para imponer la ceniza, donde, sin importar si el lugar es un espacio abierto o templo, las personas deben portar cubrebocas, obligadamente, así como mantener siempre la sana distancia.
Además de que la ceniza no la imponen en la frente, sino que la esparcen sobre la cabeza, con el propósito de evitar el contacto físico y reducir cualquier riesgo de contagio por Covid-19.
