Orizaba, Ver.- Concesionarios de taxis del Valle de Orizaba no se oponen a que circule el transporte municipal “Gallo”, porque beneficiaría a la población con una tarifa baja, dijo Jairo Guarneros Sosa, dirigente de trabajadores del volante de la central “Grito”.
¿Qué opinan acerca de la entrada del transporte "Gallo"?
“Mis compañeros y un servidor no podríamos oponeros a esta iniciativa, claro, siempre y cuando se sustente y observe los requerimientos exigidos a toda persona física o moral qué piense ser concesionario de transporte público en cualquiera de sus modalidades”, agregó.
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Destacó que los requisitos están marcados en la Ley 561 de Tránsito y Seguridad Vial y su reglamento.
Indicó que, para llevar a cabo cualquier servicio de transporte público de manera más extensa la Ley 589 de Tránsito y Transporte y su reglamento son los medios que norman la práctica.
Señalo que lo hacen de manera parcial, porque en esta ley, si bien reconoce a los municipios como una parte importante en los programas de transporte público, se asegura de señalar que esto será en el ámbito de las "facultades y competencias" federales y estatales y municipales", y en Veracruz, el transporte público estatal, solo es competencia y atribución del gobierno del estado.
Recordó que la ley general aún no se ha armonizado en la entidad y, por tanto, hasta ahora, sin ninguna otra reforma, tanto la Ley 561 como la 589 continúan vigentes y normando el transporte público como el que piensa ofrecer la autoridad municipal, a la población.
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¿Cuál es la inquietud de los taxistas?
“Queremos manifestar que nuestra inquietud no se basa en negar el beneficio que representa este servicio de transporte a la ciudadanía; se basa más bien en que para mis compañeros, convertirse en concesionarios tuvieron que cumplir con toda una serie de requisitos que la ley aquí señalada, les obligó, como fue solicitar mediante un expediente con copias certificadas, que le asignaran una concesión, en este caso, para taxi”, abundó.
Después de ser estudiada y aceptada su solicitud, tuvieron que pagar al estado, primero, 250 medidas de unidad, aunque hubo quien pagó mil y quinientas UMAS; luego, adquirir un vehículo que por ley les obligan a que sea nuevo, mismo que obtuvieron mediante un crédito en agencias, a pagar durante cinco años.
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Enfatizó finalmente, que se requiere una inversión para convertirse en concesionario, algo con lo que ni en sueños podrían competir con el Ayuntamiento, que está también obligado a cumplir con las leyes.
