Orizaba, Ver.- Con la celebración de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, la Iglesia Católica celebra a Dios, pero también a todos los Santos que son intereses y modelos de vida cristiana afirma el vocero de la Diócesis de Orizaba, Padre Helkyn Enríquez Báez.
Menciona que una celebración va ligada a la otra. La primera de ellas –Todos Santos- recuerda el don que Dios ha dado a la Iglesia, “siendo Él Santo de los santos ha trasmitido su gracia para que hombres y mujeres de todas las edades, de todos los tiempos que han conocido a Cristo puedan también santificarse”.
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Que reproduzcan en sus propias vidas y según sus vocaciones la imagen de Jesucristo, para ser testigos de él en el mundo; como se puede ver no solo en el catálogo de los santos sino como dice el Papa Francisco, en los santos de la puerta de al lado.
Aquellos que, aunque no tienen un proceso de canonización han sido testigos del Evangelio en el mundo, en las familias, cercanos a nosotros. “Por eso esta fiesta nos permite celebrar a Dios, pero también a todos los Santos, que son nuestros intercesores y modelos de vida cristiana”, dijo.
El 2 de noviembre es la conmemoración de los Fieles Difuntos, una fiesta que se llama de la Esperanza, como lo proclaman los católicos cada vez que profesan su fe.
¿Qué significado tiene la conmemoración de los Fieles Difuntos para los católicos?
Por eso, la conmemoración de los Fieles Difuntos permite clamar la Misericordia de Dios para obtener el perdón de los pecados de los difuntos y puedan gozar de su presencia.
Por otro lado, alimenta la esperanza porque saben que con la muerte física no termina todo, sino que tienen la esperamos de llegar a la vida con Dios.
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“Por eso le pedimos al Señor que su gracia nos permita poder vivir una vida que nos dé acceso al cielo y así poder disfrutar de su presencia y felicidad; de la visión beatífica que todos los santos sueñan y desean”, concluyó.
