Orizaba, Ver. - En el próximo regreso a clases de manera presencial urge la atención psicológica a los menores de edad, de acuerdo a datos de la Secretaría de Gobierno del 2020 y 2021 los casos de violencia familiar y abusos infantiles aumentaron sus estadísticas, señala Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.
Tristemente, las cifras dadas arrojan que el abuso sexual incrementaron 50 por ciento las carpetas de investigación, un 30 por ciento la corrupción de menores, los feminicidios un 13 por ciento y la violencia familiar un 100 por ciento, lo antes expuesto fue dado por la Secretaría de Gobierno a nivel, "estos son elementos que impactan a los niños y a las niñas, pues además agregamos que muchos tenían miedo del virus, perdieron a un familiar cercano por ello urge atacar la segunda pandemia".
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Recalca que la comunidad educativa tiene la capacidad de movilidad, convivencia, identidad, desarrollo cognitivo y emocional, pues el no tener que ir a la escuela redujo su vida social y física, lo que trajo problemas emocionales a los niños.
Dijo que ahora la salud mental es la segunda pandemia que se está viviendo, pero que no se está atacando, "no es solo decir échale ganas o con un té se te quita, sino que requiere de un diagnóstico y un tratamiento médico de ser posible".
Es necesario un mapeo de orientación en cuando a los servicios de salud, pues si se hizo un reajuste en la medicina para atender el Covid-19, debe de hacerse para atender lo emocional.
Independientemente de las clases básicas de materia, recalca que es urgente regresar a la dinámica de vida comunitaria integral donde haya a actividades culturales y físicas, pero también llevar el acompañamiento psicológico, ya que no solo hubo problemas de salud mental en los niños, sino que los padres pueden estar teniendo problemas.
El entrevistado señala qué los niños, niñas y adolescentes quedaron en el en cuanto a la estrategia educativa que implementó el gobierno mexicano, "se cerraron las escuelas no para protegerlos, sino para reducir la movilidad, siendo México y los últimos países del continente en intentar volver a clases y lo hicimos de forma errónea".
El desequilibrio emocional que sufren algunas familias durante la pandemia de Covid-19 recayó en los mejores de edad, ya que el sobrecargo de trabajo que tener una mujer en casa fue más, puesto que quiénes enfrentaban alguna situación de separación fueron los menores quienes vivieron las rupturas no muchas veces de la forma correcta.