/ lunes 1 de enero de 2024

No se puede sumar lo que se combate

La consolidación ideológica de cualquier movimiento político y social, en la historia de la humanidad, pasa desde luego por varias aristas, que tienen invariablemente que buscar la fortificación estructural, sobre todo, en el ideario de un fenómeno social. Tal es la actual circunstancia que comienza a vivir al interior de su vida, el Movimiento de Regeneración Nacional.

Las bases del movimiento tienen una firmeza única, que le ha permitido electoralmente cimentarse en la última década, misma que se traduce en grandeza, y que ha hecho que el movimiento sea en extremo permeable, adecuándose para que se pueda dar la inclusión de cuadros que son en natural contrarios al pensamiento, ideas y fundamento del movimiento más potente del continente en la época moderna.

Morena comenzará a moverse en los próximos meses y años, en un escenario de contienda interna, silenciosa pero importante respecto de la vida futura que representa su impacto social, pero al interior de su existencia, esta lucha será incluso mucho más extrema y competida que las que pueda encarar con los adversarios que están afuera de corrientes contrarias, donde ha obtenido un dominio abrumador, ante la falta de forma y fondo de la oposición, pero sobre todo, por la fuerza que le dan sus fundamentos y poder moral, derivado del pueblo y del propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

La circunstancia es tal, que la ciudadanía que simpatiza con el fenómeno morena, rebasa en demasía por el momento, cualquier disputa que se esté fraguando, sin embargo, será menester atender de fondo las diferencias, que por fortuna no son ideológicas en su génesis.

La parte de pensamiento del movimiento es muy clara, la ciudadanía reflexiva y consciente la entiende a la perfección, las bases del movimiento lo tienen definido con nitidez, incluso quienes se consideran fundadores han entendido la necesidad de sumar para ganar no solo los ejecutivos, sino los verdaderos campos de batalla que serán los poderes legislativo y como consecuencia el judicial; en este escenario la circunstancia sigue siendo buena para el movimiento, a pesar que en el sumar aparezcan grupos absolutamente contrarios al sentir y al espíritu mismo del movimiento, y es ahí donde seguirá subsistiendo moralmente lo que hoy saca adelante esa revolución pacífica de las conciencias.

En gran medida los cuadros que se suman, buscan el acomodo y la perpetuidad del poder, cosa contraria a la esencia misma del movimiento en su parte organizada, conservar la esencia es más importante que buscar un cargo, el movimiento está por encima de las personas, nombres, liderazgos y aspiraciones individuales.

Es una encrucijada importante y tal vez hasta desafiante, pero la carga moral e ideológica del movimiento le otorga la posibilidad real, para que continúe de la mano de la conciencia de la ciudadanía y que quienes lleguen en adhesión al partido, encontrarán una política transformadora donde se gesta una lucha perenne por la dignificación del servicio público, en una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad, lo que impide que exista una tierra fértil para las viejas prácticas que algunos arrastran y que no han entendido, necesitamos dejar en el pasado.

No se puede sumar lo que se combate, no hay justificación ética en la adhesión de quien mistificó la política y ha caducado en sus ideas, Morena es permeable, pero igualmente está prevenido contra los vicios del pasado, insisto, por su alta carga moral e ideológica, y ello permitirá perpetuarse el tiempo socialmente necesario para continuar transformando la vida pública de nuestra nación.

Diputado federal. Morena


La consolidación ideológica de cualquier movimiento político y social, en la historia de la humanidad, pasa desde luego por varias aristas, que tienen invariablemente que buscar la fortificación estructural, sobre todo, en el ideario de un fenómeno social. Tal es la actual circunstancia que comienza a vivir al interior de su vida, el Movimiento de Regeneración Nacional.

Las bases del movimiento tienen una firmeza única, que le ha permitido electoralmente cimentarse en la última década, misma que se traduce en grandeza, y que ha hecho que el movimiento sea en extremo permeable, adecuándose para que se pueda dar la inclusión de cuadros que son en natural contrarios al pensamiento, ideas y fundamento del movimiento más potente del continente en la época moderna.

Morena comenzará a moverse en los próximos meses y años, en un escenario de contienda interna, silenciosa pero importante respecto de la vida futura que representa su impacto social, pero al interior de su existencia, esta lucha será incluso mucho más extrema y competida que las que pueda encarar con los adversarios que están afuera de corrientes contrarias, donde ha obtenido un dominio abrumador, ante la falta de forma y fondo de la oposición, pero sobre todo, por la fuerza que le dan sus fundamentos y poder moral, derivado del pueblo y del propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

La circunstancia es tal, que la ciudadanía que simpatiza con el fenómeno morena, rebasa en demasía por el momento, cualquier disputa que se esté fraguando, sin embargo, será menester atender de fondo las diferencias, que por fortuna no son ideológicas en su génesis.

La parte de pensamiento del movimiento es muy clara, la ciudadanía reflexiva y consciente la entiende a la perfección, las bases del movimiento lo tienen definido con nitidez, incluso quienes se consideran fundadores han entendido la necesidad de sumar para ganar no solo los ejecutivos, sino los verdaderos campos de batalla que serán los poderes legislativo y como consecuencia el judicial; en este escenario la circunstancia sigue siendo buena para el movimiento, a pesar que en el sumar aparezcan grupos absolutamente contrarios al sentir y al espíritu mismo del movimiento, y es ahí donde seguirá subsistiendo moralmente lo que hoy saca adelante esa revolución pacífica de las conciencias.

En gran medida los cuadros que se suman, buscan el acomodo y la perpetuidad del poder, cosa contraria a la esencia misma del movimiento en su parte organizada, conservar la esencia es más importante que buscar un cargo, el movimiento está por encima de las personas, nombres, liderazgos y aspiraciones individuales.

Es una encrucijada importante y tal vez hasta desafiante, pero la carga moral e ideológica del movimiento le otorga la posibilidad real, para que continúe de la mano de la conciencia de la ciudadanía y que quienes lleguen en adhesión al partido, encontrarán una política transformadora donde se gesta una lucha perenne por la dignificación del servicio público, en una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad, lo que impide que exista una tierra fértil para las viejas prácticas que algunos arrastran y que no han entendido, necesitamos dejar en el pasado.

No se puede sumar lo que se combate, no hay justificación ética en la adhesión de quien mistificó la política y ha caducado en sus ideas, Morena es permeable, pero igualmente está prevenido contra los vicios del pasado, insisto, por su alta carga moral e ideológica, y ello permitirá perpetuarse el tiempo socialmente necesario para continuar transformando la vida pública de nuestra nación.

Diputado federal. Morena