Orizaba, Ver.- El Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino podría reponer el anillo episcopal que le fue robado durante el asalto que sufrió el miércoles 3 de abril en la carretera Puebla - Veracruz, así lo dio a conocer, previo a la misa de este domingo 14 de abril.
Fue el día miércoles 3 que sobre la carretera Puebla-Veracruz, el Obispo Cervantes Merino, en conjunto con el sacerdote Jafet y Gil fueron asaltados y despejados de sus pertenecías, entre ellas el Anillo Episcopal.
¿Qué es el Anillo Episcopal?
Cabe hacer mención que este anillo, refiere que si bien no es de valor económico alto, es una alianza entre él y la iglesia católica.
"Es una insignia, un signo del papel que tiene un obispo dentro de la Diócesis, no es un artículo de gran valor, se repone y no pasa nada", dijo.
Comenta que él, como integrante de la sociedad, se cuestiona que ocurre con las personas a las que también en asaltos se les arrebatan sus peten ciencias e incluso la vida.
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"No podemos vivir todo el día con la zozobra de que uno salga y esperando que no nos pase algo y no soy el único porque hay otros sacerdotes a los cuales les ha tocado en otros niveles, a otros obispos les ha tocado la violencia en carretera", comenta.
Cuestionado sobre lo dicho por Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, en una de sus mañaneras donde reconoce que el tramo Puebla - Veracruz sobre que es un punto vulnerable de inseguridad, el Obispo señala que es bueno que el mandatario tome acciones.
“A mí me parece bien que el presidente tome cartas en el asunto y que se pronuncia sobre la urgencia y la necesidad de atender con mayor seguridad, yo lo que expresé en el momento adecuado que se necesitan incrementar y mejorar las estrategias de seguridad, el asalto que sufrí en ese tramo, me pasó a mí, pero también le pasa al ciudadano común, un hermano más de la comunidad que padece lo que padecemos todos en las carreteras, y no solo en las carreteras sino también en muchas situaciones en la ciudad, el barrio, los pueblos el incremento de la inseguridad”.
El declarante urge se establezca un Estado de derecho, que no signifique represión o golpes o violentar a la persona, pero simplemente que se aplique la ley en los niveles que corresponde.
