/ sábado 4 de junio de 2022

¿Nueva reforma para mejorar las escuelas?

“Es crucial que los gobiernos busquen la combinación correcta de políticas públicas con el fin de mejorar la calidad y la equidad de sus sistemas educativos de enseñanza pública”.

Aunque las reformas educativas se han ido realizando durante las últimas décadas, ahora se ha convertido en una prioridad específica de la política pública, tanto en términos económicos, como sociales.

Se requieren mejores estrategias que permitan a México contribuir a reformar y mejorar los aspectos de calidad y equidad del sistema educativo, poniendo a las escuelas y a los alumnos en el foco de las políticas educativas.

El actual gobierno federal en su reforma educativa ha considerado como línea de argumentación central de su propuesta el fracaso educativo mexicano, debido a la implementación de una política educativa de corte neoliberal y al uso de un modelo pedagógico basado en la Tecnología Educativa (que se fundamenta en el Conductismo). Lo anterior dio como resultado, según la SEP, un modelo educativo meritocrático, punitivo, racista, patriarcal, eurocéntrico y clasista que promueve la competencia, el individualismo, la alienación, el egoísmo, la deshumanización y el enciclopedismo. En su lugar se propone un modelo que revierta todos los males ocasionados por el modelo educativo neoliberal, que sea: decolonial, libertario, comunitario, humanista y libre de racismos y clasismos, asevera Eduardo Backhoff.

Continúa Backhoff: Algunas de las características del modelo son las siguientes: desaparecen las asignaturas, agrupándolas en cuatro campos formativos; se reagrupan los 13 grados escolares de la educación básica (uno de educación inicial, tres de preescolar, seis de primaria y tres de secundaria) en seis fases de aprendizaje; la enseñanza se centra en la comunidad/territorio (no en el estudiante), donde se ubica la escuela, y se adopta un modelo de enseñanza centrado en diálogos y proyectos, que los estudiantes deben de realizar partiendo de la experiencia vivencial en la comunidad. En la propuesta se utilizan términos novedosos para la comunidad educativa, tales como criticidad, justicia liberadora, didáctica de la otredad, comunidad/territorio, pedagogía trifásica, etc.

Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la SEP, es quien ha presentado y defendido la propuesta del “Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana” y no así la directora de Desarrollo Curricular. El documento en cuestión comenta Roberto Rodríguez se dio a conocer, para su consulta y aportaciones, en el primer trimestre del año, inicia con un apartado introductorio en que se presentan los rasgos fundamentales de la propuesta de transformación curricular.

“De lo anterior se puede apreciar que la propuesta curricular hasta aquí expuesta coincide con algunas ideas y propuestas de Las Epistemológicas del Sur planteadas por Boaventura de Sousa Santos (ahí se declara que el conocimiento occidental ha impuesto un programa en todo el mundo basado en la imposibilidad de pensar otro mundo distinto al capitalista) y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con el texto Bases para una propuesta de educación alternativa en México. Sin embargo, también es cierto que algunos partidarios de la CNTE y del gobierno la han criticado abiertamente. Cabe preguntarse ¿qué equipo de especialistas y asesores diseñaron y redactaron el documento en cuestión? “En qué se fundamenta la propuesta curricular de AMLO”, pregunta Banckhoff: ¿qué asesores diseñaron y redactaron el documento en cuestión? Respondiendo esta pregunta, podríamos deconstruir mejor la propuesta en cuestión”.

Por su lado, Erick Juárez Pineda comenta, “aunque la propuesta del nuevo Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 procura una educación inclusiva, donde los alumnos tengan “la posibilidad de cooperar, afrontar conflictos y la capacidad de disentir a partir del ejercicio del juicio crítico”, la discusión pública de esta reforma ha estado plagada de intolerancia, descalificaciones, cerrazón y apatía… existe una incongruencia entre el discurso y la práctica de los funcionarios del gobierno de la 4T, pues, aunque los documentos abogan por una apertura a la crítica, el diálogo y la hospitalidad; las acciones más conservadoras, autoritarias e intolerantes han llegado de quien se supone, encabeza esta iniciativa: Arriaga Navarro, quien ha tachado de neoliberales, traidores, mezquinos, caraduras, clasistas y coloniales a todos aquellos que piensen diferente a él; a quienes se atreven a emitir comentarios críticos y reflexivos sobre la propuesta curricular y sus acciones frente al proyecto.

La Organización para la Cooperación y el desarrollo Económicos OCDE mostraba su preocupación desde el 2010 al señalar que “la clave para el progreso económico y social del país es: mejorar los resultados de los estudiantes, reducir las tasas de deserción de los jóvenes y evitar las desigualdades. Para mejorar los resultados de los estudiantes, el complejo sistema educativo descentralizado requiere enfocarse en un pequeño número de objetivos claros, medibles y de alta prioridad. Mejorar la calidad y el potencial de los docentes mediante estándares nacionales claros, poniendo un mayor énfasis en su formación, desarrollo profesional, selección, contratación y procesos de evaluación; más instituciones e infraestructura para apoyar la mejora educativa; un sistema de rendición de cuentas y de informes para apoyar los objetivos del gobierno y dar información profesional y objetiva sobre los resultados; finalmente, un enfoque en el trabajo de cada escuela”.

“La propuesta curricular tiene algunas cosas rescatables y otras más por mejorar. El problema es que no hubo humildad para escuchar aportaciones, ni hospitalidad hacia el desacuerdo. Consideraron que quien opinaba diferente era su enemigo”, concluye Juárez Pineda.

“Es crucial que los gobiernos busquen la combinación correcta de políticas públicas con el fin de mejorar la calidad y la equidad de sus sistemas educativos de enseñanza pública”.

Aunque las reformas educativas se han ido realizando durante las últimas décadas, ahora se ha convertido en una prioridad específica de la política pública, tanto en términos económicos, como sociales.

Se requieren mejores estrategias que permitan a México contribuir a reformar y mejorar los aspectos de calidad y equidad del sistema educativo, poniendo a las escuelas y a los alumnos en el foco de las políticas educativas.

El actual gobierno federal en su reforma educativa ha considerado como línea de argumentación central de su propuesta el fracaso educativo mexicano, debido a la implementación de una política educativa de corte neoliberal y al uso de un modelo pedagógico basado en la Tecnología Educativa (que se fundamenta en el Conductismo). Lo anterior dio como resultado, según la SEP, un modelo educativo meritocrático, punitivo, racista, patriarcal, eurocéntrico y clasista que promueve la competencia, el individualismo, la alienación, el egoísmo, la deshumanización y el enciclopedismo. En su lugar se propone un modelo que revierta todos los males ocasionados por el modelo educativo neoliberal, que sea: decolonial, libertario, comunitario, humanista y libre de racismos y clasismos, asevera Eduardo Backhoff.

Continúa Backhoff: Algunas de las características del modelo son las siguientes: desaparecen las asignaturas, agrupándolas en cuatro campos formativos; se reagrupan los 13 grados escolares de la educación básica (uno de educación inicial, tres de preescolar, seis de primaria y tres de secundaria) en seis fases de aprendizaje; la enseñanza se centra en la comunidad/territorio (no en el estudiante), donde se ubica la escuela, y se adopta un modelo de enseñanza centrado en diálogos y proyectos, que los estudiantes deben de realizar partiendo de la experiencia vivencial en la comunidad. En la propuesta se utilizan términos novedosos para la comunidad educativa, tales como criticidad, justicia liberadora, didáctica de la otredad, comunidad/territorio, pedagogía trifásica, etc.

Marx Arriaga Navarro, director de Materiales Educativos de la SEP, es quien ha presentado y defendido la propuesta del “Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana” y no así la directora de Desarrollo Curricular. El documento en cuestión comenta Roberto Rodríguez se dio a conocer, para su consulta y aportaciones, en el primer trimestre del año, inicia con un apartado introductorio en que se presentan los rasgos fundamentales de la propuesta de transformación curricular.

“De lo anterior se puede apreciar que la propuesta curricular hasta aquí expuesta coincide con algunas ideas y propuestas de Las Epistemológicas del Sur planteadas por Boaventura de Sousa Santos (ahí se declara que el conocimiento occidental ha impuesto un programa en todo el mundo basado en la imposibilidad de pensar otro mundo distinto al capitalista) y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con el texto Bases para una propuesta de educación alternativa en México. Sin embargo, también es cierto que algunos partidarios de la CNTE y del gobierno la han criticado abiertamente. Cabe preguntarse ¿qué equipo de especialistas y asesores diseñaron y redactaron el documento en cuestión? “En qué se fundamenta la propuesta curricular de AMLO”, pregunta Banckhoff: ¿qué asesores diseñaron y redactaron el documento en cuestión? Respondiendo esta pregunta, podríamos deconstruir mejor la propuesta en cuestión”.

Por su lado, Erick Juárez Pineda comenta, “aunque la propuesta del nuevo Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 procura una educación inclusiva, donde los alumnos tengan “la posibilidad de cooperar, afrontar conflictos y la capacidad de disentir a partir del ejercicio del juicio crítico”, la discusión pública de esta reforma ha estado plagada de intolerancia, descalificaciones, cerrazón y apatía… existe una incongruencia entre el discurso y la práctica de los funcionarios del gobierno de la 4T, pues, aunque los documentos abogan por una apertura a la crítica, el diálogo y la hospitalidad; las acciones más conservadoras, autoritarias e intolerantes han llegado de quien se supone, encabeza esta iniciativa: Arriaga Navarro, quien ha tachado de neoliberales, traidores, mezquinos, caraduras, clasistas y coloniales a todos aquellos que piensen diferente a él; a quienes se atreven a emitir comentarios críticos y reflexivos sobre la propuesta curricular y sus acciones frente al proyecto.

La Organización para la Cooperación y el desarrollo Económicos OCDE mostraba su preocupación desde el 2010 al señalar que “la clave para el progreso económico y social del país es: mejorar los resultados de los estudiantes, reducir las tasas de deserción de los jóvenes y evitar las desigualdades. Para mejorar los resultados de los estudiantes, el complejo sistema educativo descentralizado requiere enfocarse en un pequeño número de objetivos claros, medibles y de alta prioridad. Mejorar la calidad y el potencial de los docentes mediante estándares nacionales claros, poniendo un mayor énfasis en su formación, desarrollo profesional, selección, contratación y procesos de evaluación; más instituciones e infraestructura para apoyar la mejora educativa; un sistema de rendición de cuentas y de informes para apoyar los objetivos del gobierno y dar información profesional y objetiva sobre los resultados; finalmente, un enfoque en el trabajo de cada escuela”.

“La propuesta curricular tiene algunas cosas rescatables y otras más por mejorar. El problema es que no hubo humildad para escuchar aportaciones, ni hospitalidad hacia el desacuerdo. Consideraron que quien opinaba diferente era su enemigo”, concluye Juárez Pineda.