/ domingo 26 de mayo de 2024

Respeto a la propiedad privada

La situación actual del país, vista a la luz de la realidad, nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad para participar activamente en ésta; los gobiernos con tintes socialistas atizan el odio de los “pobres” contra los “ricos” y tratan de acabar con la propiedad privada de los bienes. Así es el caso de la “Nueva Constitución” que propone el actual gobierno, estimando que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por el gobierno. Creen que con ese traslado de los bienes distribuidos por igual se va a dar bienestar entre los ciudadanos y con ello se va a curar el mal presente. Creo que esta medida es inadecuada para resolver las inconsistencias de igualdad, incluso llega a perjudicar a la ciudadanía, además de que es totalmente injusta, pues trae consigo violencia con los legítimos poseedores, agitando profundamente la nación.

Lamento decirlo, pero para allá vamos. Como es fácil ver, algunos han invertido su salario o negocio para adquirir una propiedad que no es otra cosa que el mismo salario revestido de otra apariencia; es un bien. De ahí que la propiedad adquirida por los empleados o trabajadores debe ser de su dominio, pues es el mismo salario ganado con su trabajo, siempre y cuando la adquisición de su bien haya sido honestamente adquirida y no por fraude.

En efecto, el hombre reclama el dominio y la propiedad privada que justamente ha adjudicado, por tanto, la naturaleza tiene que haber dotado al hombre de algo estable y permanente como puede ser una propiedad. Ahora bien, la forma de garantizar su derecho es respetar su bien, el gobierno no tiene que administrar mis bienes, pues pretende ser administrador y propietario; solo dará derecho de dominio sin poder heredar a nadie.

Sé que lo que digo es un tema delicado que puede traer agraviantes, pero prefiero correr el riesgo a omitir mi veredicto. La tierra hermosa, rica y diversa de México es para usufructuarla y disfrutarla, no debe oponerse en modo alguno en el futuro a la propiedad privada, pero cuidado, porque la Constitución Política de los Estados Unidos ha estado sufriendo cambios sustantivos para la implementación de un régimen con tintes socialistas.

Los que carecen de propiedad lo suplen con el trabajo, ya que por medio de él adquieren lo necesario para vivir; uno de los caminos para privar a los ciudadanos de su libertad es atentar contra la propiedad privada, olvidándose de que los derechos de propiedad son principios universales y fundamentales para el funcionamiento de una sociedad libre y democrática.

Por tanto, una economía de libre mercado sostiene el intercambio de bienes y servicios; así mismo, el socialismo ostenta que la persona debe estar al servicio del estado, sin embargo, en una sociedad libre, debe ser el estado quien esté al servicio de la ciudadanía. Nuestro país se encuentra en un proceso de transición, por el cual es importante no perder el rumbo y se requiere un gobierno que garantice el correcto funcionamiento del sistema judicial, seguridad, estabilidad económica y legal, así como la igualdad de oportunidades para todos; educación, salud, y servicios básicos. Se necesita un sector público eficiente y eficaz, capaz de garantizar el respeto a la propiedad privada.


La situación actual del país, vista a la luz de la realidad, nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad para participar activamente en ésta; los gobiernos con tintes socialistas atizan el odio de los “pobres” contra los “ricos” y tratan de acabar con la propiedad privada de los bienes. Así es el caso de la “Nueva Constitución” que propone el actual gobierno, estimando que, en su lugar, todos los bienes sean comunes y administrados por el gobierno. Creen que con ese traslado de los bienes distribuidos por igual se va a dar bienestar entre los ciudadanos y con ello se va a curar el mal presente. Creo que esta medida es inadecuada para resolver las inconsistencias de igualdad, incluso llega a perjudicar a la ciudadanía, además de que es totalmente injusta, pues trae consigo violencia con los legítimos poseedores, agitando profundamente la nación.

Lamento decirlo, pero para allá vamos. Como es fácil ver, algunos han invertido su salario o negocio para adquirir una propiedad que no es otra cosa que el mismo salario revestido de otra apariencia; es un bien. De ahí que la propiedad adquirida por los empleados o trabajadores debe ser de su dominio, pues es el mismo salario ganado con su trabajo, siempre y cuando la adquisición de su bien haya sido honestamente adquirida y no por fraude.

En efecto, el hombre reclama el dominio y la propiedad privada que justamente ha adjudicado, por tanto, la naturaleza tiene que haber dotado al hombre de algo estable y permanente como puede ser una propiedad. Ahora bien, la forma de garantizar su derecho es respetar su bien, el gobierno no tiene que administrar mis bienes, pues pretende ser administrador y propietario; solo dará derecho de dominio sin poder heredar a nadie.

Sé que lo que digo es un tema delicado que puede traer agraviantes, pero prefiero correr el riesgo a omitir mi veredicto. La tierra hermosa, rica y diversa de México es para usufructuarla y disfrutarla, no debe oponerse en modo alguno en el futuro a la propiedad privada, pero cuidado, porque la Constitución Política de los Estados Unidos ha estado sufriendo cambios sustantivos para la implementación de un régimen con tintes socialistas.

Los que carecen de propiedad lo suplen con el trabajo, ya que por medio de él adquieren lo necesario para vivir; uno de los caminos para privar a los ciudadanos de su libertad es atentar contra la propiedad privada, olvidándose de que los derechos de propiedad son principios universales y fundamentales para el funcionamiento de una sociedad libre y democrática.

Por tanto, una economía de libre mercado sostiene el intercambio de bienes y servicios; así mismo, el socialismo ostenta que la persona debe estar al servicio del estado, sin embargo, en una sociedad libre, debe ser el estado quien esté al servicio de la ciudadanía. Nuestro país se encuentra en un proceso de transición, por el cual es importante no perder el rumbo y se requiere un gobierno que garantice el correcto funcionamiento del sistema judicial, seguridad, estabilidad económica y legal, así como la igualdad de oportunidades para todos; educación, salud, y servicios básicos. Se necesita un sector público eficiente y eficaz, capaz de garantizar el respeto a la propiedad privada.


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