Orizaba, Ver.- Parroquias de Orizaba e Ixtaczoquitlán comienzan a recibir a peregrinos que detienen su camino para descansar durante algunas horas y alimentarse, antes de continuar su recorrido hacia la Basílica, mencionó el párroco del Santuario Diocesano de nuestra Señora de Guadalupe, Padre Juan Carlos Villa Cañedo.
Luego de la etapa crítica a consecuencia de la pandemia, por la que se suspendieron las procesiones y disminuyó el paso de peregrinos, este 2023 se reanudaron y se recupera el número de fieles que visitan a la Morenita del Tepeyac en su Santuario.
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“Después de la crisis, la devoción se ha superado, hay un gran cariño a la Virgen de Guadalupe y lo expresan de esa manera, peregrinando, visitando su casa”, dijo.
Señaló que muchos devotos caminan o van en bicicleta desde sus lugares de origen hasta la Basílica en la Ciudad de México y hacen parada en Ixtaczoquitlán y Orizaba, para descansar.
“Quienes vienen de lugares como Yucatán, Tabasco, Chiapas, se detienen aquí para descansar, les prestamos algunos salones para que puedan descansar, antes de seguir a la CDMX; y cuando vienen de regreso también pasan, descansan y siguen su viaje de regreso a casa”.
Debido a que muchos de ellos peregrinan cada año y lo hacen por una ruta establecida, hacen parada en otros templos como la parroquia de nuestra Señora de la Asunción, en Barrio Nuevo, hay quienes llegan a la de la Inmaculada Concepción de Ixtaczoquitlán.
“Es una tradición, ya saben que ahí les dan alojamiento y es una oportunidad que aprovechan para descansar”, dijo.
Poco a poco se comienza a observar el paso de peregrinos, que, a bordo de su bicicleta, pedalean hasta llegar a los pies de la Guadalupana. Al ser la de las Altas Montañas una zona difícil de transitar, pues tienen que ascender las cumbres de Maltrata, por la autopista, se detienen en alguno de los municipios del valle y buscan cobijo en alguna parroquia, para recuperar fuerzas antes de continuar su camino.